En el año 2006 en un enfrentamiento armado, Ariel Alejandro Sanabria, fue baleado en su abdomen y no pudo seguir desempeñándose como efectivo policial. En ese hecho un compañero suyo lamentablemente perdió la vida. Luego Sanabria tuvo que seguir adelante y encontrar otras alternativas para llevar adelante su familia constituida por su mujer y por sus dos hijos.
No solo fue policía sino también se desempeño como bombero voluntario. Desde los 12 años que trabaja y pasó por distintos trabajos. Fue peón de albañil, maquinista en un corralón y chófer de un taxi, que fue aquí en donde descubrió y nació su personaje.
Hoy todos lo llaman "Piruchito", y en diálogo con LAPLATA1.com, Ariel, nos contó como comenzó su historia: "Siempre fui payaso sin maquillaje, en la fuerza, cómo chofer, siempre hice divertir y reír a los demás. Servicios sociales de policía fueron los únicos que se ocuparon de mi caso, y me dieron un viaje de recupero hacia San Clemente donde fui con mi familia. Ahí mismo es donde conocí al Payaso Chapita, y el me enseñó el arte de la globoflexia, el arte de formar figuras con globos. Cuando volvi a La Plata , regrese a la parada de taxi y me fui a comprar una nariz roja y globos para realizar lo que había aprendido. Ahí a la gente y a los más chicos le llamo la atención lo que yo empecé hacer. Aquel día hice 20 globos y los vendí a colaboración. Al final de la jornada me di cuenta que había ganado más de lo que ganaba arriba del taxi. A partir de allí deje todo y cree mi propio personaje. Improvisé el traje, utilicé una bicicleta también improvisada y así comencé, primero como arte callejero, haciendo globos a la gorra."
Con el correr de los años fue visitando Hospitales, Hogares de adultos mayores, y haciendo todo tipo de evento social y solidario. A su vez participa activamente en campañas de concientización. "Decidí hacer mis propias acciones solidarias, junte gente de la parcialidad de estudiantes y de gimnasia en un primer momento y volví a ir a Hospitales. A partir de mi visita, fui yendo a visitar a chicos en particular que tenían alguna enfermedad compleja o terminal y a su vez a Hogares de Adultos mayores a llevar mi alegria. He logrado sacar una sonrisa a nenes que ahora ya se convirtieron en angelitos", exclamó Piruchito.
El 20 de enero de 2006 marcó un antes y después en su vida. El combate a tiros con un delincuente marplatense lo llevó a pensar cosas límites. "Me quise quitar la vida en 3 oportunidades por la injusticia que me propinó la policía al ser castigado por proceder en ese enfrentamiento que termine herido. Pero estar con niños me ayudó a salir de eso y agradecer a tener un día más de vida".
El lunes le notificaron que aquél delincuente que mató a su compañero y lo hirió a él va a tener salidas transitorias con régimen digital. Y esto le hace recordar un fantasma del pasado.
La Pandemia la utilizó para capacitarse y se recibió de Payamedico con capacitación en risoterapia. "Ahora en la actualidad ya retomamos de a poco los eventos, cumpleaños y todo tipo de evento solidario. Tengo un equipo atrás que me ayuda en cada cosa que hago. El 21 de octubre, en parque Saavedra, voy a participar de un evento solidario por Bautista. Que es un chico que necesita una medicación que es la más cara del mundo. Me di cuenta con esta pandemia que hay que vivir el hoy, no mirar para atrás, hacer felices a los niños que es lo que realmente importa y lo que a mí me hace felíz", concluyó Ariel.
