Sabrina Gordon es profesora, egresó de la Escuela de Artes de Berisso y aplica el “Método Suzuki” con grandes resultados en los niños.
¿De qué se trata? Suzuki basó su enfoque en la hipótesis de que la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que, de igual modo que todos los niños desarrollan la capacidad de hablar su lengua materna, se puede entrenar. El potencial del niño puede ser desarrollado.
Así fue que Sabrina se fue a Perú y perfeccionó sus conocimientos. Cuando volvió a nuestra ciudad ya tenía todo lista para emprender con los niños y poner en práctica estas ideas.
“Encaré todo en el 2015. Las clases duran alrededor de 40 a 45 minutos. La idea es aprender la música como se aprende el lenguaje materno, respetando el ritmo de aprendizaje de cada niño. Todo a través de la risa, del amor y de las felicitaciones. La participación de la familia es muy importante. También es importante respetar la esencia de cada niño, y respetar sus tiempos de aprendizaje”, dice en diálogo con LAPLATA1.com.
Un concepto central está relacionado con la estimulación musical temprana. Desde el sexto mes de embarazado se puede ir “entrenando” las destrezas musicales.
“La imitación es la primera forma de aprender. Una vez que se sedimenta, el niño está listo a los 4 años para tocar un instrumento. El talento se educa. Todos tenemos talento innato. El tema es desarrollarlo. Pero para eso se necesita un ambiente. No es casualidad que los grandes músicos de la historia provenían de familias también relacionadas a la música”, destaca.
Y concluye: “Armamos un ambiente musical, a través de juegos, canciones, instrumentos, pañuelos de colores, pelotas de pilates en el cual el niño o niña vivencia con alegría cada enfoque musical. Puede ser el ritmo, la afinación, el pulso, la forma de la música”.





