
El día 11 de octubre, Gustavo Cuenca, salió con su auto rumbo a la Fiesta del Inmigrante en Berisso. Al llegar, estacionó su vehículo en el playón de Montevideo y 11. Allí, dos supuestas “cuidacoches” se le acercaron a pedirle plata acompañadas de tres sujetos alcoholizados y él en ese momento no le dio nada.
Horas más tarde el hombre volvió y se encontró con una de las mujeres sentada arriba de la trompa del auto y a su vez observó que una de las puertas estaba toda rayada.
En diálogo con LAPLATA1.com Gustavo dijo que “Es claro que fueron ellos porque no le di dinero. Fui a hacer la denuncia y me atendieron muy mal. Pedí que me muestren las cámaras y me dijeron que no había ninguna. Es mentira porque había una a metros de donde estaba el auto”.
“Son todos la misma mafia, hablé con una mujer de acá de Berisso y me comentó que le ofreció una casa a esta gente para que dejen de estar en la calle. Yo recibí amenazas de parte de un nieto de una de las agresoras y a su vez de una de sus hijas. No tengo nada para perder, ellos tienen un prontuario muy feo, según me dijeron están metidos en la droga y uno de sus familiares hace poco salió de la cárcel. Se hacen los pobres, pero reciben dinero del Estado. Se encuentran en la calle para provocar disturbios y hacerle pasar un mal día a una persona", indicó.
Esta gente en la actualidad, siguen molestando en el mismo lugar y no sólo realizan daños a los rodados sino que comenzaron a robar stereos, carteras y todo tipo de cosas que puedan apropiarse. "Ojalá los saquen de ahí, que la policía y la justicia actúen, concluyó Cuenca.