Tras la espuma de las elecciones, llegan los análisis. En La Plata Juntos se impuso con el 46% de los votos y volvió a sacarle alrededor de 11 puntos al Frente de Todos.
Para Garro se hizo imprescindible contar con el apoyo de los radicales, y fundamentalmente con la figura de Facundo Manes que traccionó un voto que Juntos por el Cambio había perdido en el 2019.
Esto es más visible en ciudades como La Plata, donde el germen radical sigue vivo, y mucho más con figuras del estilo del neurocientífico. En otras palabras: con Santilli únicamente, Juntos hubiera tenido serios problemas en La Plata.
Manes se mostró muy cercano a Santilli durante la campaña. Muy comprometido. Tal vez motivado por un objetivo mayor en el 2023: consolidar al radicalismo con candidaturas fuertes en cargos ejecutivos. Es decir, a la UCR le convenía en esta elección seguir muy activa a pesar de haber perdido la interna en septiembre.
El propio Garro, desde el bunker de Juntos, destacó ayer la importancia de la unidad de Juntos desde el 2015, y agradeció de forma pormenorizada al radicalismo, la Coalición Cívica y el peronismo republicano.
Pero si hablamos de apoyos locales, no puede pasarse por alto la influencia del Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Plata: Darío Alfano. Se puso la campaña al hombro y fue un factor determinante para aportar una importante estructura y despliegue territorial, fundamentalmente en Villa Elvira y Ringuelet, pero en general en toda la periferia platense.
Se trata, por lejos, del gremio más fuerte y representativo de los trabajadores del ejecutivo local. Una pata peronista y sindical que otra vez le ayudó al intendente a conquistar un voto que tranquilamente podría quedar para otras fuerzas políticas.
