Lucas González, el jugador de las inferiores de Barracas Central de 17 años que fue baleado por efectivos de civil de la Policía de la Ciudad el miércoles por la noche cuando volvía de entrenar con otros tres amigos, murió luego de permanecer en "estado crítico" y con asistencia mecánica, según el parte médico difundido por el Hospital El Cruce.
"Paciente de 17 años, derivado a nuestra institución en las primeras horas del día desde el General de Agudos Dr. José María Penna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por presentar deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causada por proyectil de arma de fuego. Ingresa en estado crítico recibiendo soporto artificial de funciones vitales”, señalaba el comunicado emitido por la dirección del centro asistencial de alta complejidad de Florencio Varela al ingreso del joven. Allí estuvo "mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital" hasta que finalmente falleció.