La policía de Países Bajos informó que 19 personas fueron detenidas y cinco policías resultaron heridos en La Haya en una segunda noche de protestas violentas contra las últimas medidas sanitarias para contener un fuerte avance del coronavirus.
En La Haya, policías cargaron contra manifestantes que les lanzaban piedras y otros objetos en un barrio popular, y utilizaron un cañón de agua para apagar un incendio de bicicletas en una intersección de calles muy frecuentada, dijo la Policía de la capital.
Los agentes efectuaron un total de "19 detenciones por proferir insultos, entre otras cosas", prosiguió la Policía en un comunicado.
Cinco policías resultaron heridos, agregó la nota.
Durante los enfrentamientos, los policías antidisturbios sacaron a una mujer de un automóvil cuyos ocupantes habían gritado insultos contra la policía y la subieron a una camioneta, informó la agencia de noticias la AFP.
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anunció hace una semana la reintroducción de un confinamiento parcial junto con una serie de restricciones sanitarias, sobre todo en el sector de bares y restaurantes, para frenar un brusco incremento de contagios de Covid-19.
Los planes del Gobierno incluyen restringir el acceso de personas sin vacunar a algunos lugares.
Se trató de la segunda noche consecutiva de disturbios en los Países Bajos en relación con las medidas.
Un día antes, la violencia registrada en la ciudad-puerto de Rotterdam desembocó en la detención de 51 personas y tres heridos de bala, en una protesta a la que el alcalde Ahmed Aboutaleb calificó de "orgía de violencia".
También hubo actos violentos en Urk, una pequeña ciudad protestante ubicada en el centro del país, y en varias localidades de la provincia de Limburgo, en el sur del país.
La Policía de Rotterdam especificó que "aproximadamente la mitad de los 51 detenidos en los enfrentamientos" durante la manifestación contra las medidas contra el Covid-19 eran menores y procedían de todas partes del país.
Medios locales informaron que cientos de personas, que gritaban "libertad", lanzaron piedras a los policías y quemaron varias motos y un patrullero.
A raíz de estos hechos, la organización United We Stand Europe suspendió una manifestación que iba a realizarse en Ámsterdam.