Al menos 21 personas fueron detenidas la pasada noche en diferentes ciudades de Países Bajos por provocar disturbios, atacar a la policía y destrozar mobiliario público, en la ya cuarta jornada de violencia y vandalismo, incendios provocados y detonación de fuegos artificiales.
Varios municipios del país declararon anoche ordenes de emergencia municipales, desplegando efectivos de la policía y cerrando zonas de las ciudades con mayor riesgo de disturbios, previendo esta posibilidad por los llamamientos detectados en redes sociales.
La Policía de la provincia de Overijssel anunció hoy el arresto de 13 personas en Zwolle por “diversos delitos”, incluida la posesión de fuegos artificiales, tras un despliegue policial destinado a proporcionar “vigilancia adicional” en el centro de la ciudad y sus alrededores durante la noche.
El municipio había anunciado anoche una orden de emergencia “debido a posibles disturbios”, lo que también permitió a la policía registrar a la gente que estaba en la zona afectada por esa orden.
Según el medio local RTV Oost, unas cuarenta personas se congregaron finalmente en el centro de Zwolle para manifestarse, pero la policía los expulsó.