Lautaro tiene 31 años, es de La Plata y es un capo del Aikid?.
En diálogo con LAPLATA1.com, cuenta que todo surgió en el 2006. “Era muy flaquito y quería hacer alguna actividad física”, recuerda. Fue su tío quién le comentó sobre la existencia de este arte marcial japonés. Fue, probó y le encantó. Nunca más dejó.
¿Qué es el Aikido? El fundamento del aikido, como arte marcial interna, es el desarrollo del autocontrol para lograr armonizar con el opuesto por medio de la regulación del espacio, el tiempo y la energía, independientemente de la masa, género, edad o fuerza física del practicante.
Lautaro agrega: “Es un arte marcial bastante reciente porque en 1943 toma el nombre actual. Y algunos representantes del fundador todavía siguen vivos. Es un arte marcial no violento y básicamente defensivo. Busca usar la fuerza del enemigo en su contra. La realidad es que usa movimientos que redirigen esa fuerza para neutralizar el conflicto”.
Y explica: “En Japón lo usan las fuerzas policiales. Aquí también la Vucetich pero no se acostumbra a que los oficiales mantengan un entrenamiento constante de esto. Es un curso más acotado. Yo creo que es importante porque nutre las capacidades defensivas y también imparte una filosofía de vida que ayuda en el día a día”.
Al año siguiente de empezar Aikido, Lautaro arrancó con piano. Hoy es pianista. Y, por si fuera poco, en el 2008 arrancó con la Licenciatura en Biología. Está a solo tres materias de recibirse. Biología, piano y Aikido: el joven platense mezcló las tres cosas. “Son parte de lo mismo”, dice.
“El Aikido es una representación de la vida misma, la biología estudia la vida, y la vida es algo musical. Sumo conceptos de la ciencia, tratamos de hacer rítmicos los movimientos, y cuando estaba en los clubes poníamos música para hacer ejercicios”, señala.
Lautaro pasó por muchos clubes. La pandemia fue un mazazo. Ahora regresó a dar clases pero de una manera bastante diferente: en Plaza Belgrano, al aire libre.
“Son clases económicas para ir armando clases cada vez más numerosas”, cuenta Lautaro. Mejor no pelearse con él.
