Detrás de la discusión por los viajes al exterior con tarjeta se encuentra el problema de las reservas que hay en el Banco Central.
Utilizaremos números redondos para simplicar el análisis y la comparación. En octubre de 2003 (primeros meses de la gestión de Néstor Kirchner), las reservas eran de 13.000 millones de dólares. Dos años después, en octubre del 2005, ya eran de 26.000 millones. Exactamente el doble.
Y eso no es todo: en enero del 2006 se pagó la totalidad de la deuda al FMI que eran casi 10.000 millones de dólares. Era tan impresionante la acumulación de reservas que hacia diciembre del 2007 existían 47.000 millones.
Es decir, aún pagando “cash” la deuda con el Fondo, el Gobierno de Kirchner (capitaneado en el Ministerio de Economía mayoritariamente por Roberto Lavagna, y en el Banco Central mayoritariamente por Martín Redrado) logró más que triplicar su nivel de reservas.
La situación contrasta con el presente. Le cuesta mucho al Banco Central hacerse dólares. La gestión de Alberto Fernández comenzó con 44.000 millones de dólares y actualmente es de 42.700 millones.
La historia entre ambos periodos no fue para nada lineal. Hubo dos grandes momentos de caída de reservas. Caídas violentas. Ambos derivaron en la instalación de un cepo, que amortiguó el drenaje en un corto plazo pero complicaron las cosas en el mediano.
Esa primera salida fuerte de reservas fue entre agosto de 2011 y diciembre de 2015. En agosto de 2011 había 52.000 millones de dólares, y en el cierre del mandato de Cristina Kirchner quedaban 25.000 millones. Con Macri también se produjo una salida brusca tras las PASO del 2019. En agosto de ese año había 66.000 millones y solo cuatro meses después quedaban 44.000 millones. Salieron del sistema 22 millones de dólares en solo 120 días.
Algunos economistas justificaron la reciente decisión sobre los viajes al exterior por la escasez de reservas. “Hay que cuidar los dólares”, repiten. Pero tampoco está muy claro que hoy el turismo al exterior constituya una amenaza. Lo dicen los propios datos del Banco Central: en octubre, el rojo del rubro “viajes y pasajes con tarjetas” fue de 265 millones de dólares. Es cierto que se trata del rojo más grande desde enero del 2020, pero son valores realmente bajos para la historia reciente argentina.
Por ejemplo, entre el 2017 y el 2018 el rojo de esta cuenta fue en promedio de 1.000 millones de dólares. Cuatro veces más. Dicho en otras palabras: el déficit de dólares por el turismo hoy no está en niveles preocupantes. Quizás el Banco Central haya evaluado que la tendencia podía ser “peligrosa”.
Ahora bien, en su último informe no dice eso. Al contrario, señala: “El déficit del rubro de viajes y pasajes con tarjetas continúa en niveles por debajo de los observados históricamente hasta principios del 2020”. Este informe se publicó hace pocos días. Contrasta mucho este textual “tranquilizador” u “optimista” con la reciente prohibición.
