En los últimos días se produjo la salida del Gobierno de Débora Giorgi, que había desembarcado recientemente como número 2 de Roberto Feletti.
Se trata de un reacomodamiento en un momento sensible. El ejecutivo mira con mucha atención lo que está pasando con el precio de la carne. Justamente Feletti y Giorgi parecen lo más preocupados por ese tema. En la mirada del Secretario de Comercio, una suba de las retenciones podría significar una solución “estructural” al problema. Dicho en lenguaje más económico: desacoplar los precios locales de los internacionales.
Esta postura no está en línea con lo que piensan, por ejemplo, Matías Kulfas y Julián Dominguez. Kulfas viene sosteniendo la importancia de impulsar las exportaciones para evitar un “cuello de botella” en la disponibilidad de dólares. Subir retenciones implicaría una contradicción a ese razonamiento. Para Julián Dominguez, una suba de las retenciones también significaría recalentar la relación con la Mesa de Enlace. No quiere problemas adicionales.
Era muy claro que la relación entre Débora Giorgi y Kulfas no podía prosperar demasiado. En su libro “Los tres kirchnerismos”, publicado en el 2016, Kulfas había sido muy crítico de la política industrial llevada a cabo a partir del 2011 cuando justamente Giorgi era su Ministra.
Le recriminaba una tardía política de sustitución de importaciones, el estancamiento del sector y el déficit de divisas que ocasionada su política por apuntalar a los sectores que más demandan dólares para su producción.
Kulfas hoy puede inflar el pecho por algunos datos. La industria manufacturera es el sector que encabeza la recuperación económica. Ya está por encima de los niveles del 2019. Y lo hace aún sin generar déficit externo. Estos números son lo que también recita Alberto Fernández en sus últimas ponencias públicas. Con estos resultados, Kulfas cree que puede seguir en el cargo. Él y Guzmán fueron los que, para algunos sorpresivamente, resistieron a los cambios de Gabinete tras las PASO.
Volviendo a la carne: el jueves habrá una reunión muy importante con el sector y se esperan anuncios por parte de Julián Dominguez. El salto que pegó la carne en noviembre fue duro y el temor es que se replique cerca de la fiestas, lo que cual generaría un clima de mayor enojo entre los sectores adherentes del Gobierno.
Este año la carne aumentó por debajo de la inflación: un 38%. Pero arrastra una suba muy fuerte en los últimos dos meses: 65%. Noviembre y diciembre del 2020 también habían sido muy complejos. Es un momento sensible del año. Lo concreto es que la carne se ha convertido en el centro de las preocupaciones y expuso las diferencias internas dentro del oficialismo.
