Salvador es platense, estudia en la Facultad de Ciencias Económicas y no abandona su pasión por el Jugger.
“Conocí el deporte en la secundaria gracias a un amigo. Un día éste amigo me llevó a un evento medieval, llamado Valhalla Fest, donde se estaba exponiendo jugger y me presentó a toda la gente. Desde ese momento, he ido a participar de los encuentros que realizaban en el parque Saavedra”, recuerda a LAPLATA1.com.
¿Pero qué es este juego? El jugger es una actividad deportiva de equipo originado en Alemania entre los años 1989 y 1995 basado en el film La sangre de los héroes de 1989. Se basa en la habilidad y la estrategia, no en la fuerza de los jugadores. El reglamento limita en todo momento los golpes fuertes y el contacto físico entre jugadores.
“Jugando ahí fui conociendo mucha gente que lo practicaba, haciéndome amigo de un grupo de personas con los que formamos un equipo llamado Berserkers. Fuimos entrenando, creciendo, aprendiendo y tratando de mejorar de forma competitiva. Con el pasar del tiempo nos terminamos abriendo del polo de jugger Saavedra por diferencias de intereses y terminamos formando nuestro propio polo en el parque San Martín”, sigue Salvador.
Con el pasar del tiempo fueron creciendo: “Adoptamos un nombre para el polo que era JADEP (Jugger Asociación Deportiva Platense), fuimos a diferentes eventos, tanto medievales como animé, para presentar el deporte y conseguir gente. Empezamos a conocer y a ayudar a un polo de jugger que es estaba formando en Buenos Aires”.
Pero los conflictos internos volvieron a aparecer y todo se complicó. Increíblemente el polo se desarmó por completo.
“Los que creamos el polo originalmente decidimos empezar de nuevo en el Parque Alberti, debido al espacio y a la concurrencia de gente que había ahí. En ese lugar nos fue mucho mejor, logramos alcanzar a tener un polo de 30-40 personas, con 4 equipos que participaban, empezamos a hacernos más conocidos y a mejorar nuestra organización”, cuenta.
Pero tras 3 años reaparecieron los problemas de convivencia. Y otra vez llegó la división.
“Un grupo de ese polo se quedó por su cuenta y el otro nos volvimos al parque San Martín; ambos tratando de crecer de nuevo, pero sin éxito. Las cosas no iban bien, así que disidimos tener una reunión para limpiar las asperezas y tratar de llevarnos bien para poder armar algo juntos nuevamente por el bien del deporte”, dice.
Las reuniones surtieron efecto positivo y “todo iba viento en popa”, recuerda Salvador. Pero justo llegó la pandemia. Surgió la cuarentena, se cancelaron todos los planes, y Salvador pegó el portazo en la organización.
Un “polo”, aclara el joven, es una asociación compuesta de gente que practica el deporte en tal zonal. “La nuestra sería la de la Ciudad de La Plata, que como te decía, se fue dividiendo y formando otro polo”, explica.
A mediados del 2020 volvieron las ganas de volver a juntarse y regenerar la comunidad luego tantos roces.
“Hoy en día se está tratando de crecer nuevamente y de reactivar la actividad entre los diferentes polos de La Plata y de Buenos Aires, buscando encuentros internúcleos, visita de equipos a otros polos, torneos, etc”, reflexiona Salvador. Es un momento bisagra.
¿Cómo llegó el Jugger a nuestra ciudad? Salvador explica que se debe a unos hermanos españoles que lo practicaban en su país y lo popularizaron cuando arribaron a nuestro país.
“Los hermanos vinieron acá a La Plata, y llevaron las armas que se utilizan en el deporte, que se llaman pompfes, y por curiosidad de sus compañeros y amigos les pidieron para que les muestren de qué va el deporte. Se interesaron y empezaron a practicar los fines de semana en el Parque Saavedra”, rememora.
Cada equipo está conformado por alrededor de 8 jugadores. Hoy Salvador está un poco alejado. Y es un “mercenario”.
“Las personas que están en el polo pueden o no estar en un equipo. No es requisito, mientras que vayan y jueguen, ya se los considera parte del polo. A lo sumo pueden jugar de mercenarios en algún encuentro o torneo para algún equipo. Como es mi caso ahora”, completa.
