Diversos sectores de la ciudad se manifestaron en contra del Código de Convivencia aprobado en La Plata por el Concejo Deliberante.
Exigieron su derogación en una conferencia de prensa que se realizó en la sede de la Comisión Provincial por la Memoria.
“Los y las trabajadorxs de la economía popular, trabajadorxs de la cultura, trabajadorxs sexuales y personas en situación de prostitución afectados por el Código de Convivencia aprobado por el Concejo Deliberante el pasado 3 de noviembre, de espaldas a nuestro pueblo, hemos decidido emprender un plan de acciones para su derogación”, habían informado en un comunicado.
Rodrigo Pomares, Coordinador del área de Justicia de este organismo, dialogó con el móvil de LAPLATA1.com: “Venimos planteando que hay elementos abiertamente inconstitucionales. Algunas se modificaron como las penas de arrestos, pero el proyecto que se transformó en ordenanza sigue teniendo cuestiones preocupantes”.
En ese marco, cuestionó la regulación sobre la protesta social: “Por su previsión constitucional, y como derecho esencial para la democracia, no puede estar regulada. Cualquier regulación es una intromisión de los poderes ejecutivos en la garantía de ese derecho”.
Por su parte, Claudia Vázquez, una de las personas trans que encabeza este reclamo, dijo: “Es una código que criminaliza a los sectores más humildes. Es un código cascocentrista. Diseña para unos pocos la ciudad. Intentan volver a los códigos de faltas que las travestis vivimos hace muchísimos años cuando la identidad trans era criminalizada”.
“Queremos ser entendidas como ciudadanas plenas”, señaló. Y recalcó que la idea del municipio de generar un nuevo espacio para los servicios sexuales implica la noción de un “ghetto”. “Es un recorte ideológico de la categoría “vecino”. Esto brinda herramientas para el control policial y para que armen causas. Es un modelo de pensamiento profundamente fascista”, agregó.
Por último, Claudia dijo que “Garro quiere higienizar la ciudad, limpiar aquello que ellos consideran que está mal. Nunca hubo una política pública para las compañeras trans en situación de prostitución”.
