Eliana es de Quilmes y un verdadero ejemplo de lucha. Hoy, a sus 45 años, sigue dos carreras universitarias en la UNLP tras haber terminado las materias del secundario que adeudaba.
“No pude terminar el secundario porque también trabajaba en una fábrica. En 1999 terminé el secundario y me faltaron rendir tres materias pero nunca se me había ocurrido darlas”, recuerda en diálogo con LAPLATA1.com
Luego se casó y se mudó con su pareja en La Plata, donde empezaron alquilando. “Quedé embarazada y por esas desgracias perdí mi embarazo de 20 semanas. Dos años después nos volvimos a Quilmes. Sólo trabajaba mi marido y con el tiempo fuimos padres”, sigue Eliana.
Nunca pudo tener un trabajo en blanco. “Me costó muchísimo”, admite. Sus hijas crecieron y allí apareció el fantasma de la cuenta pendiente educativa. Una de sus niñas se anotó en Humanidades y empezó a “presionar” a su mamá para que termine sus estudios.
Rindió las materias que le faltaban en diciembre del 2018 y un año más tarde se anotó en la Licenciatura en Obstetricia. Volvía a La Plata. “Mis hijas me alentaron mucho. Fue gracias a ella”, cuenta Eliana.
“Y así llegamos a dónde estoy. La verdad no puedo creerlo. A veces cuando piso tierra me doy cuenta de dónde estoy, de lo que hago. No es joda y me asusta. Me asusta pensar en no poder terminar alguna vez la carrera que elegí”, reflexiona.
Sigue dos carreras. Luego de Obstetricia arrancó con Medicina. Y hasta se entusiasma con seguir un tercer curso. Pero por el momento prefiere guardarlo en secreto.
“Sí se puede. Si te lo proponés, si sos responsable y sobre todo si amás la carrera. Un consejo que daría es ir despacio pero a paso firme. No importa cuántos años tengas; vida hay solo una”, completa esta gran quilmeña con el corazón también puesto en La Plata.
