Trabajan a solo seis cuadras de distancia y tendrán el mismo objetivo de cara al 2023: ser Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Axel Kicillof y Julio Garro convivirán de otra forma en los próximos dos años. Y es que ahora el intendente platense está decidido a dar el salto: quiere ser candidato a Gobernador en Juntos por el Cambio.
El mandatario local está decidido a pisar muy fuerte y concretar una vieja aspiración de los Jefes Comunales: saltar de un municipio a 6 y 51.
Garro sabe que La Plata no es un municipio más. Es la capital de la Provincia y cuenta con importantes recursos económicos para trascender y consolidarse de cara al 2023.
También ha quedado envalentonado por los resultados de las últimas elecciones donde la lista local de Juntos por el Cambio cosechó el 46% de los votos. Es el tercer triunfo que consigue con contundencia. En los dos anteriores (2017 y 2019) había orillado el 50%.
Desde la conformación del Grupo Dorrego, los intendentes del PRO habían manifestado que el objetivo final era asegurar la postulación de uno de ellos a la Gobernación, algo que no había ocurrido en el 2015 y 2019.
En las últimas elecciones, además, Garro adquirió un papel central en la campaña: La Plata fue un lugar escogido para los cierres de campaña y también fue la ciudad donde se llevó a cabo el búnker de Juntos por el Cambio.
Por su parte, Axel Kicillof buscará también la reelección. Confían en los muy buenos trazos de la gestión: el exitoso despliegue de la campaña de vacunación contra el Coronavirus, y un ambicioso plan de obras que se acelerará en los próximos años. Los números económicos y productivos también son auspiciosos: la industria manufacturera tracciona fuertemente y la elevado recaudación bonaerense evidencia que la recuperación ha llegado con vigor.
Uno de los puntos que buscarán corregir tiene que ver con aspectos comunicacionales del Gobernador. Señalan que a veces tiene un discurso “muy duro” y no tan abierto a todos los bonaerenses. Esto quedó de manifiesto en la reciente presentación de las obras de las rutas 11 y 56, que permitirá conectar a La Plata con Pinamar por autopista. Un sector del macrismo destacó la concreción de estas obras, pero no cayó muy bien que el Gobernador refiera a gestiones del pasado y se “victimice”.
De todas formas, aclaran que el problema no es del equipo de Comunicación, sino que se trata de detalles más personales en el discurso de Kicillof. Habrá que ver si de cara al 2023 adquiere otro tono para convocar a un público bonaerense más amplio.
Lo concreto es que serán dos años muy movidos. La relación entre Garro y Kicillof fue fluctuando, y ahora tendrán que convivir sabiendo que ambos persiguen el mismo cometido.