El arranque de temporada para Estudiantes fue prometedor. Con casi un mes de actividad, es el puntero de la Copa de la Liga Profesional, en la que todavía permanece invicto, y espera por la definición de la última fase de "repechaje" en la Copa Libertadores. No obstante, todas las miradas hoy se posan sobre su dupla de delanteros, que vive un presente magnífico.
Leandro Díaz y Mauro Boselli empezaron el 2022 con el pie derecho, alejando todas las especulaciones posibles del verano sobre su entendimiento dentro del campo de juego. Entre los dos, marcaron ocho de los trece goles que hizo el “Pincha” en lo que va del calendario, y le garantizaron al equipo de Zielinski sumar puntos siempre que convirtieron.
Con apenas cinco jornadas disputadas en el certamen doméstico, los dos delanteros han establecido un promedio de gol de 0,8 cada uno (Díaz le marcó a Huracán, Lanús, Arsenal y Vélez; mientras que Boselli a Independiente, Huracán, Lanús y Arsenal) y obligaron a revisar los registros históricos del club para encontrar un antecedente similar. ¿Cuándo fue la última vez que dos jugadores marcaron al menos 4 goles en las primeras 5 fechas?
Es necesario retroceder nada menos que 71 años, para así poder llegar hasta el campeonato de Primera División de 1951, en el que participaron diecisiete equipos. En aquella oportunidad, de sus cinco partidos iniciales, Estudiantes ganó los tres que jugó en condición de local y perdió -sin marcar goles- en sus dos presentaciones como visitante. En ese contexto, fueron Ricardo Infante y Manuel Pelegrina, dos delanteros históricos de la institución, los protagonistas de los triunfos.
El “Beto” convirtió 5 goles (le hizo un doblete a Atlanta en el triunfo 3-0, otro a Newell’s en la goleada 8-0 y un tanto a River en la victoria 2-1). Por su parte, el “Payo” hizo lo propio aunque con un aporte extraordinario, ya que anotó sus 4 tantos en el mismo partido: el mencionado día en que el "León" vapuleó a la "Lepra". Hoy, muchísimos campeonatos después de aquella ráfaga, Díaz y Boselli hacen de las suyas y ponen en jaque marcas que, ya en nuestros días, parecían irrepetibles.
