El perito que analizó la personalidad del femicida Fernando Farré cree que los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell, se negaron a hacer las pericias psicológicas y psiquiátricas solicitadas por la fiscalía y el particular damnificado como estrategia para evitar un agravante en la condena: “el homicidio por placer”.
Según la defensa, representada por Hugo Tomei, los jóvenes rechazaron el análisis porque no confían en la investigación, al mismo tiempo que denunciaron una “persecución mediática”.
Sin embargo, Rafael Herrera Milano, que estudió la personalidad de Farré, el femicida condenado a prisión perpetua por el homicidio de Claudia Schaefer, cree que buscan evitar que se conozcan los perfiles de los jóvenes.
“El homicidio por placer está contemplado en el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal argentino. Abarca a los individuos que matan por placer, codicia, odio racial, religioso, de género, por la orientación sexual, identidad de género o su expresión”, explicó al canal TN Herrera Milano, psiquiatra forense y profesor universitario.
“Este tipo de ataques en grupo expone un efecto propagador y el corrimiento de los frenos inhibitorios que arroja como resultado llevar a cabo acciones que posiblemente no realizarían en sociedad”, agregó el perito.
“El ataque grupal contra una víctima inocente, el emboscarlo y pergeñar darle muerte como si su vida fuera descartable no persigue otro objetivo que el placer”, indicó en ese sentido.
“Para los agresores, la víctima pierde la calidad de ser humano y pasa a ser una cosa de la cual pueden disponer a su antojo”, siguió.
“A Fernando salieron a cazarlo, era su presa y con una agresividad brutal y asombrosa decidieron adueñarse de su vida, lo amenazaron previamente, para luego rodearlo hasta matarlo”, dijo el perito.
“Su objetivo final era la ostentación de poder, la cual, combinada con un sadismo manifiesto, le corre el velo a sus verdaderas intenciones, tener placer a darle muerte a su presa”, concluyó.
En tanto, Herrera Milano opinó que los rugbier “se niegan a hacer las pericias porque seguramente revelaría perfiles de personalidad de tipo narcisista y con variables con rasgos de perversión, lo que encuadraría en que fue un homicidio por placer. No deja de ser una estrategia de la defensa”, concluyó.
Las pericias habían sido solicitadas por los abogados que representan a la familia de Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola, y por el fiscal de juicio, Juan Manuel Dávila, en el marco de la instrucción complementaria de cara al debate oral que los ocho acusados por el homicidio deberán enfrentar desde el 2 de enero de 2023, ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 (TOC 1) de Dolores.
