La revancha entre Estudiantes y Everton de Viña del Mar que se disputará hoy en UNO marcará un significativo acontecimiento deportivo para el actual capitán y máximo referente del plantel albirrojo. Sin restarle importancia a la definición de la llave que le otorgará al ganador el boleto a la fase de grupos de la Copa Libertadores, una vez que el árbitro Jesús Valenzuela haya dado el inicio del juego el capitán se convertirá automáticamente en el arquero con más presencias en la historia del club ya que llegará a 362 partidos oficiales.
De esta manera el actual futbolista albirrojo igualará la marca que Gabriel Ogando consiguió atajando entre 1939 y 1952, y que permaneció intacta por más de setenta años. El "trono compartido" de los dos futbolistas se presume que estará vigente apenas unos días debido a que de no mediar ningún imprevisto el próximo domingo MA21 volverá a jugar el clásico frente a Gimnasia y ostentará el récord en soledad.
Nacido en Villa Lugano, Mariano Andújar llegó a Estudiantes a mediados de 2006, motivado por un llamado de Diego Simeone que le dejó en claro que "lo quería traer para que venga a atajar, no para ir al banco". Su buen desempeño con Huracán principalmente en la Primera Nacional, club en el que se formó, debutó y del cual es hincha, lo llevaron hasta el Palermo de Italia. Tras un año en Europa y de quedar relegado en el primer equipo, el "Cholo" guió su regreso al fútbol argentino.
Debutó en el Pincha el 8 de junio de ese año, por la primera fecha del Torneo Apertura, en la victoria 1-0 ante Quilmes en el Estadio Centenario con gol de Pavone. Ese partido tuvo un condimento especial, puesto que significó la vuelta a las canchas de Juan Sebastián Verón, quien también regresaba desde Europa para vestir la camiseta albirroja después de más diez años.
El glorioso futuro que sobrevino luego para Andújar en Estudiantes es conocido: campeón de Argentina en ese mismo torneo, algo que repitió también en 2010, campeón de América en 2009; un sinfín de participaciones en Primera División y un historial impecable sin derrotas en 15 clásicos platenses, que incluye el récord de casi 800 minutos de valla invicta. Hoy, 5760 días después de la primera vez que se puso el buzo del León, terminará de consolidar su trayectoria con una huella imborrable que marcará la historia del club.
