Una joven de La Plata está viviendo desde hace ya más de un año un calvario desde que se enteró que su pareja de aquel entonces, abusaba de su hija que en su momento tenía 9 años. Hoy con 11, sigue sufriendo las consecuencias de lo sucedido y ambas viven con miedo, pese a que el hombre está detenido.
En diálgo con LAPLATA1.com, Carolina explicó que todo comenzó durante la madrugada del 15 de noviembre de 2020, cuando le revisó el celular a Pablo, quien en aquel momento convivía con ella y su hija. Además, la mujer estaba embarazada de siete meses y cursaba un embarazo de alto riesgo, lo que supuso un problema aún mayor y gravemente peligroso.
Por lo que explicó, en aquela relación siempre hubo situaciones de violencia, donde él la golpeaba de manera feroz y hasta la ha dejado sangrando, pero volvía por miedo. "Pero la violencia física que yo recibí no me intersa, yo quiero que se haga justicia por lo que le hizo a mi hija", explicó.
Es que la chiquita fue abusada por este hombre, y lo descubrió cuando revisó su celular: "Tenía un video donde se veían los genitales, y me di cuenta que era ella por una prenda de ropa en particular", dijo. De manera inmediata lo afrontó, pero al violento no le alcanzó con lo que había hecho y la atacó a golpes. No conforme, le pegaba a la panza al grito de "que nazca acá", haciendo alusión a la bebita que esperaban juntos. Esas palabras las recuerda con detalle y crudeza.
Los vecinos no se metieron más que para llamar a la policía por los gritos que había, ya que tenían miedo. La misma intercedió y cuando la mujer relató lo sucedido, incluido el abuso hacia su hija, los efectivos lo detuvieron. Y allí sigue hasta el día de hoy, aunque hay una traba: no les dan fecha de juicio.
Las pruebas están, e incluso ya tiene la perimetal contra la gente que la hostigó y la amenazó de manera constante, incluso tras todo lo que pasó.
Si bien en su momento fue difícil avanzar, lo cierto es que una fundación que ayuda a mujeres en contexto de violencia de género decidió darle una mano. Ahora ella cuenta con un abogado, que hace el trabajo que hizo aquella madre desesperada por la justicia para su chiquita durante tanto tiempo.
En el medio, salieron a la luz otras acusaciones. Pablo también fue denunciado en el 2014 en otro caso de violencia de género, donde atacó a su ex y a la pareja de la misma. Golpes, amenazas, y demás episodios que Carolina conoció muy bien.
"La causa está elevada a juicio, pero necesitamos fecha", explicó, e insistió: "Quiero una condena real, no que lo cataloguen como abuso simple. Fue agravado por el vínculo, él vivía con nosotras". Además, cabe destacar nuevamente que no había sido sólo un ataque, sino que la violencia había sucedido reiteradas veces.
En este sentido, aseguró que "está todo constatado", desde la Cámara Gesell de la menor, los testimonios de los testigos y el relato de la psicopedagoga que la atendió durante ese tiempo. Es por eso que actualmente conviven con un botón antipánico, aunque insiste en que necesitan una perimetral sin vigencia, es decir, que no caduque, y así garantizar su seguridad.
"A mi hija le sacó la tranquilidad este hombre que la obligó a hacer cosas que no quería", dijo Carolina, que además sabe que actuó de manera correcta pese al enorme dolor de lo sucedido: "El 15 de noviembre les salvé la vida a mis hijas. Quiero que se haga justicia por ellas y por otra nena que también habría sufrido lo mismo por parte de esta persona".
