El “Negro” Capparelli es noticia esta semana. Se trata del hincha del lobo que conmovió a toda la Ciudad de La Plata por su amor tripero. Está por cumplir 91 años y su felicidad por las nuevas sábanas albiazules generó la ternura de los futboleros.
LAPLATA1.com dialogó con su nieta, Bernarda, quien subió la foto de esta particular compra. Toda la familia vive horas de mucha emoción.
“Todavía no caemos de todo lo que se generó. Mi abuelo está feliz y chocho. Todas las palabras que está recibiendo son hermosas”, cuenta.
“Ese día vine a lo de mis viejos de visita y mi abuelo me agarra y me dice ‘vení, nena, mirá lo que compré’. Cuando estábamos subiendo para la pieza me imaginé que era algo de Gimnasia. Todos en nuestra casa somos enfermitos de Gimnasia. Una hermosa enfermedad”, agrega.
Y no le erró: su abuelo le mostró las sábanas del lobo. “Están zarpadas”, se sorprendió su nieta. “Mi abuelo tenía una cara de felicidad increíble”, recuerda ahora.
“Lo veía con la inocencia de un nene, feliz de que se compró algo nuevo y de Gimnasia por supuesto. Tuvo una repercusión que no imaginaba. Le imprimí todo para que lo vea. Por supuesto, como tiene 90 años, no sabe nada de redes sociales. Entonces le tratábamos de explicar cómo es que mucha gente comentó. Ayer estuvo leyendo todos los comentarios. Estamos viviendo unos días muy copados. Para nosotros Gimnasia es una forma de vida. Es difícil de explicar lo que es ser hincha de Gimnasia. Solo nosotros lo sabemos”, reflexiona.
El Negro tiene todo de Gimnasia. Las sábanas vienen a completar la faena: ya tenía el acolchado y el almohadón con el escudo tripero. Por supuesto también tiene su mate y su taza del lobo.
Su nieta cuenta que fue a la cancha por primera vez cuando tenía 8 años. Era 1939. Desde ahí en más nunca faltó a la platea. Asisten con toda la familia a la H.
“Cuando se juega de visitante nos juntamos a verlo, por supuesto todos con sus cábalas. Es hermoso poder compartir esta pasión con la familia. Hablamos el mismo idioma. Ojalá llegue a su edad así de bien y tan lúcido”, completa Bernarda.
