Todavía sigue el misterio por el joven que fue hallado carbonizado en la vera de la Ruta 11, a la altura del Camino Real, en Berisso.
La investigación apunta a que el descarte del cuerpo fue el final de una serie de macabras situaciones previas.
Por la presencia de las telas que fueron halladas en el interior de la boca y rodeando las muñecas de la víctima, los investigaciones creen que hubo un secuestro.
Tras ese rapto, razonan los investigadores, la víctima fue dirigida a otro sitio donde fue sometida a una violenta golpiza. Tal vez allí se haya producido la muerte.
Tras esa situación, la víctima fue rociada con una sustancia como nafta o alcohol para luego prenderla fuego.
En ese sentido, dado que no había signos de combustión en la maleza, suponen que incendiaron el cuerpo en otro lugar. No en la Ruta 11. El hecho de que ningún vecino haya divisado presencia de humo ratificarían esa conjetura.
Por la saña del ataque, se da por descontado que se trató de un ajuste de cuentas. La víctima podría tratarse de un ladrón que se quedó con un “vuelto”. Es una de las hipótesis que se barajan.
Respecto a la identidad del cuerpo, se trabaja en el arito y el tatuaje que tenía la víctima., mientras que será clave el análisis de los dientes que se conocerá en las próximas horas.