En el Colegio Nacional de La Plata rige la obligatoriedad del uso del barbijo para los alumnos y alumnas, pero un caso especial sigue generando polémica en el histórico colegio que depende de la Universidad.
El alumno en cuestión es Alejo Schroeter. El joven tiene parálisis cerebral y también es alérgico. Por recomendación médica, no le aconsejan la utilización del barbijo.
Su mamá, Mariana, viene luchando desde el 2020 para que se contemple su situación y pueda no utilizarlo. Tras varias idas y vueltas, Alejo pudo finalmente empezar las clases presenciales.
Pero, por momentos, ocurre el juego del gato y el ratón: Alejo aprovecha algún momento de distracción para bajarse el barbijo sin ser visto por los docentes y autoridades.
Mariana ya tuvo reuniones con autoridades de la institución pero más allá de la promesa de “relajar” algunas medidas para el bienestar de Alejo, la realidad es que el chico todavía sigue siendo “perseguido” para que “se ponga bien el barbijo”.
“Hoy Alejo va con el barbijo puesto. Cuando se dan vuelta, se lo baja. Es lo que yo le dije. El primer día de clases lo mandé sin barbijo. Y rápidamente me mandaron un mensaje de que, si quería, le iban a facilitar un barbijo”, recordó Mariana.
“Le dije que hagan lo que se les cante. No les importa la historia personal de cada uno. Meten a todos en un mismo protocolo”, agrega.
Y continúa relatando: “Lleva el barbijo debajo de la pera. El año pasado, cuando lo usaba, los profesores le seguían diciendo que se lo ponga por encima de la nariz. Yo se lo ataba como para que se le caiga”.
Cuando Mariana volvió a comunicarse con la escuela, se llevó una nueva promesa: “Quedate tranquila, se lo va a poder sacar cuando quiera”. Pero, en la práctica, Alejo siguió recibiendo la misma frase: “Ponetelo bien, ponetelo bien”.
Finalmente, Mariana señala: “No sacárselo implicó que se agrave su situación de alergia y que no pueda hablar bien”.
