En las últimas horas, desde la Junta Central de la UCR de La Plata volvieron a exteriorizar su enojo con el intendente Julio Garro a través de un comunicado.
Reclaman más diálogo interno y se quejan por tener, aparentemente, un lugar secundario en el Poder Ejecutivo local. Actualmente hay siete áreas con rango de Secretaría. Una de ellas está comandada por un dirigente radical: Raúl Caadá en Secretaría General.
Sin embargo, según pudo saber este medio, las negociaciones entre la UCR y Garro ya estaban establecidas y cerradas desde hace bastante tiempo.
Las miradas apuntan a las dos dirigentes de la UCR que habrían cerrado estos acuerdos: Diego Rovella y Claudio Frangul. El primero de ellos es concejal (y Presidente de la Junta Central del radicalismo platense), y el segundo consiguió un lugar de privilegio como diputado en la Legislatura Bonaerense.
En ese sentido, emerge el interrogante: ¿Los radicales deberían quejarse con el Intendente o con estos dos negociadores?
La sospecha es que Frangul viene presionando desde hace bastante tiempo al municipio para sumar más contratos estatales, dejando en un segundo plano el posicionamiento político de la UCR dentro de Juntos por el Cambio.
En ese sentido, algunos también le recuerdan su rol deslucido en el Concejo Deliberante. Solamente alzó la voz por el debate del empedrado en las calles del centro de La Plata. Su voz no fue una caja de resonancia de las propuestas radicales en el recinto local.
Dentro de la UCR, incluso, algunos ya extrañan a Raúl Cadaá como interlocutor. La dupla Rovella – Frangul está en la mira.
