En La Plata se viene profundizando un fenómeno nacional y también mundial: los bancos abandonan gradualmente los mecanismos de atención presencial para competir con las Fintech y la aparición de bancos digitales.
Un fenómeno que se agudiza y trae complicaciones es la eliminación de las cajas en las sucursales. En La Plata, por ejemplo, ya existen dos sucursales del Galicia que abandonaron la atención por caja y se centran únicamente en los cajeros automáticos.
Esto genera un doble perjuicio: por un lado afecta a empresarios que necesitan hacerse de dinero físico y se topan con el límite máximo impuesto por los cajeros. Pero simultáneamente complica a los trabajadores del sector bancario que en los últimos dos años vienen sufriendo el cierre de sucursales y retiros voluntarios.
LAPLATA1.com dialogó con una persona que lleva más de 20 años trabajando en el sistema financiero. Consideró que este es el inicio de una tendencia irreversible.
“En realidad el mercado tiende a automatizar todo y que no tengas la necesidad de ir a una sucursal. El cierre de sucursales es una buena forma de bajar gastos. No solo de empleados. El tener una sucursal activa tiene gastos de alquileres y sobre todo de seguridad”, precisó.
Desde el gremio de La Bancaria, por su parte, se manifestaron en el mismo sentido. “La realidad es que después de la pandemia las operaciones por cajas disminuyeron y los bancos están aprovechando esta situación para achicar esos costos”, indicaron a este medio.
En ese sentido, aclararon que esta eliminación de cajas perjudica directamente a los trabajadores bancarios pero no constituye una violación legal. “El Banco Central no impone un número mínimo de cajas a las sucursales”, enfatizaron.
En ese punto, las fuentes coincidieron en que los bancos ajustarán su atención presencial de acuerdo al perfil y las preferencias de sus clientes. De todas formas, destacan que este fenómeno no es solo nacional, sino que la pandemia aceleró los tiempos de la digitalización en todo el mundo.
Otro problema que subyace es la falta de actualización de los topes máximos en los cajeros automáticos de muchas entidades. No han seguido la evolución de la inflación y por lo tanto mantienen niveles de extracción muy acotados.
