Trabajó cubriendo de manera especial uno de los casos más fuertes y polémicos dentro del periodismo argentino. Corría el año 1997, y José Luis Cabezas pasó a ser tapa de todos los diarios. Allí comenzó el trabajo de investigación del periodista platense Hipólito Pico Sanzone.
En diálogo con COOL 103.7, Pico habló sobre el nuevo documental de Netflix, donde cuentan la historia del asesinato que dejó en vilo al país. Lo calificó de "berreta" y aseguró que la historia "deja por fuera" varias aristas importantes dentro del caso.
Además, indicó que "Fue un caso marcado por la política, pero hay que verlo como una novela de la vida y contextualizarla. Los custodios venían jugando al tiro al blanco desde hacía tiempo. Ya habían atacado a otros periodistas, no oincido en que le tiraron el muerto a Duhalde, aunque sí hubo complicidad política y policial, pero en un contexto cercano a lo absurdo".
Además, indicó: "La resolución del caso parece sacado de un guión de Tarantino donde alguien hace algo absurdo que cambia con todo", y aseguró: "Yabrán no ordenó un asesinato. Sí ordenó la ejecución de un delito grave, pero nunca pensó que las personas en las que había confiado para ese delito, que era un apriete, iban a hacer lo que hicieron. Es lo que yo digo que el documental deja por fuera".
En cuanto a la veracidad de la muerte del famoso empresario, Sanzone dijo: "Siempre me quedó una duda. En todo hecho policial donde hay muertos, hay un expediente, y se confecciona con testimonios, actas y hasta fotografías. Siempre me llamó la atención que después de tantos años, no haya trascendido una sola fotografía del cuerpo de Yabrán. Sigue siendo un misterio. No digo que esté vivo, pero sí se hicieron algunas cosas para alentar esa posibilidad".
"El caso se resolvió de una manera brutal, por una circunstancia brutal. Fueron momentos difíciles para el periodismo, estuvimos en peligro en un momento cuando fuimos a buscar a un testigo que no quiso declarar, pero después pudimos trabajar libremente", indicó, aunque sí admitió: "Después del caso Cabezas, la piel social quedó sensibilizada. Antes de eso, los custodios de Yabrán jugaban al tiro al blanco atacando periodistas".
