Camila tiene 15 años, es de La Plata y su familia inició una cruzada solidaria que está siendo un completo éxito.
LAPLATA1.com dialogó con Celeste, mamá de la pequeña que tiene un diagnóstico de Parálisis Cerebral. Desde hace un mes dejó de ir a los dos centros educativos donde concurre porque ya no entra en la silla. Su obra social le rechazó tres veces desde el 2019 esta silla que, según Celeste, es determinante para la vida diaria de la menor.
“Ella tiene una malformación cerebral, que le provoca un diagnóstico de Parálisis Cerebral y Síndrome de West que no fue abordado a tiempo y complicó su cuadro. Ella depende de una silla de ruedas. No camina, no habla. Dice pocas palabras pero depende completamente de otra persona. Por ejemplo, también usa pañales”, detalla la mamá.
“Gracias a Dios come bien, y ha logrado avanzar dentro de su discapacidad. En un momento había perdido la vista por su epilepsia. En este último tiempo, no está yendo a los dos centros educativos donde concurre porque en la silla que tiene ya no entra. La tiene desde el 2017, y en el 2019 se pidió una silla nueva a la obra social. La obra social la rechazó tres veces. Como última opción, nos piden otra que es la que ellos cubren. Por desesperación llenamos el nomenclador pero esa silla no le sirve”, agrega.
Y subraya: “Es la que ellos le quieren dar, no es la que necesita por la discapacidad que tiene. Necesita una silla postural completamente cerrada. Llegamos a la situación de no tener una silla donde no poner a Camila. Le pusimos otro respaldo, la agrandamos, la estiramos, pero ya no se puede hacer más nada. No entra”.
Allí fue que esta familia de Barrio Aeropuerto decidió hacer visible su situación y apelar a la solidaridad de los platenses. Todo el barrio se ha movilizado. Celeste tiene otra hija de 13 años y actualmente está embarazada. Son muchos desafíos juntos.
“La gente nos está ayudando. Nuestra meta es poder conseguir esa silla que la obra social rechazó tres veces. Es cara. Pero con la ayuda, sabemos que la podemos conseguir ahora. La gente se está preocupando y ayuda mucho. Te sentís más confiado. Todo el barrio se movilizó. Hemos recibido mucho amor y estamos muy agradecidos”, añade.
Y completa: “Es una lucha continua, es desgastante. Lo que menos quiero es exponer y hacer pública esta situación, pero no nos quedó otra opción que salir a pedir ayuda. La gente se puso en nuestro lugar y dio su granito de arena”.
La silla que necesitan cuesta alrededor de 600 mil pesos y ya han juntado casi la mitad de esa suma. Para poder colaborar, hay que contactarse al 221 436 9011.
