Fausto pasó 15 días muy complicados en el Hospital de Niños de La Plata. Pero el amor y la calidad de los profesionales fueron más fuertes. Pudo reponerse y le dieron el alta.
El problema fue el Neumotórax. La operación duró más de 3 horas.
“A pesar de todo nunca perdimos la fe, siempre pidiendo en Oración y confiando que todo saldría bien, con miedos pero sabiendo que sin duda Él estuvo ahí, con su manto de bendición, y en todo momento acompañando a mi hijo y guiando a esos grandes profesionales de la salud y a todos los médicos del quirófano”, cuenta Silvia, algo más aliviada. Es la madre del pequeño.
“Es increíble compartir y vivir historias con tantas familias que vienen de diferentes lugares y que pasan por ese lugar con sus hijitos enfermos con diferentes tipos de problemas. Y por cierto: grandes problemas. Es ahí donde decimos ¿de qué nos quejamos, no? Porque muchas veces somos ricos y no hablo de lo material, sino ricos en tan solo gozar de buena salud”, reflexiona.
“Pasar por ese lugar te enseña a valorar la vida mucho más y de otra manera. Después de 15 largos días pudimos despedirnos con Fausto operado y recuperado. Ahora a cuidarlo y mimarlo mucho más”, dice Silvia, que compartió varias imágenes de cómo fueron esos 15 días complejos.
En ese sentido, revela que pasaron por diferentes estados: momentos de mucho llanto, momentos de alegría, momentos de tristeza, momentos de muchos miedos, incertidumbre: “Nunca habíamos pasado por algo así, ni siquiera sabíamos de qué se trataba un Neumotórax”.
El pequeño Fausto también aprovechó la ocasión para escribir una carta a los profesionales que lo atendieron. No se privó de nada durante su estadía: payamédicos, juegos de mesa, dibujos, partidos de cartas.
“En pocos hospitales hay tanta buena atención. Si me expreso bien lleno un block de hojas. Así que eso: gracias, gracias y mil gracias a todos. Siempre los voy a tener en mi memoria por siempre”, escribió el joven que emocionó a todos.