Durante la noche del 13 de junio de 1988 los platenses se vieron envueltos en la mayor tragedia de la aviación local. Se trata del avión bimotor “Dove De Havilland”, donde se estrelló en las afueras de la ciudad luego de que despegará desde el aeropuerto local. El saldo del accidente fue de ocho muertos y un solo sobreviviente.
El avión se cayó en la localidad de Arana cerca de la Estación de Trenes, donde, hasta hace pocos años, se veía pasar los trenes que unían a la capital provincial con Pipinas y algunos pueblos como Correas, Bavio, Arditti o Payró.
El legendario bimotor “Dove De Havilland” con matrícula LVY-AJ, avión británico, era comandado por el dueño, el comisario Néstor Benito Ibáñez, quien pidió pista para poder despegar desde el Aeródromo Provincial ubicado sobre la avenida 7 y 610, esto fue pasado las 18.30.
Según se pudo averiguar tiempo después de la tragedia, el avión habría tomado vuelo para dirigirse hacia el lado de Parque Sicardi, una maniobra habitual para cualquier máquina del mismo tipo. Pero unos minutos después de tomar vuelo, el piloto advirtió que había una falla inexorable en uno de los motores. En comunicación con la torre de control de Aeródromo se pidió ayuda y una pista de regreso inmediato.
Obviamente, la noticia fue conmocionante y ocupó un lugar de importancia en los medios gráficos y radiales de la época.
Las pericias judiciales preliminares, basándose en testimonios de testigos y personal e mantenimiento que conocía la experiencia del piloto, indicaron que hubo una presunta falla en el avión antes de que despegué.