Laura Schaposnik es un verdadero orgullo platense: deslumbra en las universidades del exterior con sus conocimientos e investigaciones en diversos campos de la Matemática.
En diálogo con LAPLATA1.com, y desde Estados Unidos donde actualmente brinda clases, Laura comenta sobre su vida, su paso por el Colegio Nacional y ese increíble “récord” en la Licenciatura de Matemática de la UNLP: se recibió con un promedio de 10. Nunca falló.
“Mi pasó por el Nacional fue muy lindo. Me encantó ese colegio, iba con mucho gusto. Eran materias impresionantes comparadas con las otras secundarias de otros países que he conocido. Hay profesores de la Universidad. Eso no lo encontrás en muchos lugares. Y si lo encontrás en Estados Unidos, tenés que pagar miles de dólares”, cuenta.
Y agrega: “Estoy segura de que sigue siendo igual de grandioso. Cada mañana era una mañana linda. Nunca falté. En realidad creo que solo un día para ir a sacar un pasaporte”.
Antes del Colegio Nacional había pasado por la Anexa en la Primaria. Todavía tiene diálogo con amigas de esos primeros momentos.
¿Y su paso por la Licenciatura en Matemática? “Me gustó mucho cursar las materias en desorden, la hice más rápido de lo planeado. Quería terminar más rápido, y además me quedaba tiempo y estudié en el Conservatorio. Hice piano y me faltó muy poco para terminar”, señala.
Esos años de la Secundaria arrojaron un dato revelador. Laura fue novia de Martín Guzmán. Sí, del Ministro de Economía actual.
Los dos tienen 37 años y fueron compañeros en el Nacional. Se conocieron a fines del 2000 justamente en las olimpiadas de Matemáticas. Durante varios años fueron novios pero sus ascendentes carreras universitarias los separaron: Guzmán enfiló hacia Estados Unidos y Laura partió rumbo a Inglaterra.
“En La Plata quedó mi padre y en su momento mi hermano. Los extraño cada día que pasa. Ahora mi hermano se fue a vivir a Paris con su pareja. Él es físico. También mis tíos, mis primos están en La Plata, y amigos de jardín, primaria y secundaria”, agrega. Y menciona a dos: Coni y Pau. “Durante la Secundaria competí mucho en las Olimpiadas de matemáticas y ahí hice muchos amigos que todavía me quedaron”, cuenta.
“Es muy fácil extrañar la actitud de Argentina. Sabemos resolver cosas mucho mejor que otras personas que se la dan de sabiondos del Primer Mundo. Por los problemas que enfrentamos, sabemos cómo balancear las situaciones y cómo conseguir cosas para que se hagan. Crecer en Argentina me dio muchos beneficios para saber desenvolverme en el mundo”, reflexiona Laura. En su relato asoma un acento inglés que se camufla con su origen platense.
¿Y cuál fue su secreto o “truco” para su carrera brillante en la Licenciatura, sin errores? “Yo estudiaba mucho, me gustaba aprender. Uno de mis amigos, Pablo, sabía relacionar distintos cursos y sabía hacer teoremas. Eso siempre me impresionó. Siempre quise seguirlo a él y hacer lo mismo: relacionar cosas. Y eso es que más me gusta hacer ahora en la investigación: relacionar distintas áreas de la ciencia”, explica. Un verdadero orgullo que deja muy bien parada a nuestra ciudad por el mundo.
