Romina (foto) vive en Miramar pero publicó hace algunas semanas una historia muy triste que involucra a una monja y a la Ciudad de La Plata.
En sus redes sociales, contó que nació el 21 de octubre de 1978 en Lanús. Nunca conoció a su madre biológica. Fue concebida en la casa de una partera.
“Mi madre biológica se llama Valeria o Verónica. En el momento de su embarazo tenía entre 19 y 22 años, pelo rubio oscuro ondulado, ojos color almendra, cara redonda, de 1,70 aprox. de altura y de piel muy blanca, oriunda de alguna colonia Suizo-Alemana de Misiones, Hoy debería tener entre 62 y 65 años”, escribió.
Según relató, en 1977 o 1978 vino de Misiones a trabajar cama adentro para una familia de La Plata y se quedó embarazada del hijo de esa familia. Por tal motivo, inmediatamente se quedó sin trabajo en ese lugar.
“Pero su tía adoptiva, quien le consiguió trabajo, la obligó a darme en adopción ya que para ella era una vergüenza el hecho”, relató Romina.
Su tía adoptiva era una monja de la congregación Vicente Palotti, del colegio Turdera. “Según lo que tengo entendido, mi padre biológico junto a mi abuela biológica le pidieron a esta monja criarme sin que mi madre estuviera de por medio, pero la monja lo único que sostenía era que me tendrían que dar en adopción y no tener contacto con ninguno de mis padres biológicos”, agregó Romina.
“Así fue que mi madre, a los 3 días de haberme dado a luz, regresó a Misiones. Busco a mi madre, porque tenemos toda la vida que nos queda para construir un hermoso vínculo”, escribía luego la mujer que ahora vive en Miramar.
LAPLATA1.com se contactó con ella. Solamente agradeció el interés por la mencionada búsqueda y brindó la noticia más linda. Increíblemente, gracias al eco que tuvo se publicación, pudo encontrar a su madre. Aún no quiso dar mayores detalles, pero se resuelve una historia de mucha tristeza que tuvo un capítulo fundamental en La Plata.
