El empate de Estudiantes ante Fortaleza por Copa Libertadores le otorgó al plantel de Ricardo Zielinski un poco de tranquilidad luego de dos derrotas al hilo en la Liga Profesional y lo dejó bien parado de cara a la revancha que se disputará el jueves en la ciudad de La Plata. No caben dudas que uno de los más beneficiados con la actuación de ayer por la noche en el Estado de Ceará fue Leandro Díaz. El delantero ingresó en el complemento, marcó el gol del empate y fue una de las figuras del encuentro. Además se reencontró con su mejor versión y dejó en la cancha varias marcas curiosas.
Para el ex Atlético Tucumán y Lanus, el compromiso de anoche representó volver a convertir después de mucho tiempo. De hecho, la sequía llevaba 74 días ya que que el último gol marcado había sido –hasta ayer- el 16 de abril, en el 6-1 ante Barracas Central en cancha de Huracán. No es un lapso de tiempo menor. En ese sentido desde que tuvo su debut en la red jugando con la camiseta de Estudiantes (dirigido en ese momento por Leandro “Chavo” Desábato), solo había vivido dos rachas peores: de 148 días (entre marzo y agosto del año pasado) y de 79 días (entre agosto y octubre del año pasado).
Además de lo que significó en el plano personal, el tanto de Díaz también obligó a buscar en los registros históricos del club en la máxima competencia sudamericana, puesto que tuvo un condimento especial. Concretamente el "Loco·" tardó 130 segundos en marcar desde su ingreso al campo de juego en reemplazo de Manuel Castro. Se trata, con bastante holgura, del tanto más rápido de un suplente en toda la historia del “Pincha” en la Copa Libertadores. Solamente 16 jugadores habían anotado sin haber arrancado como titular, y hasta anoche quien ostentaba el más veloz era Ezequiel Maggiolo (frente a Liga de Quito en 2008). Claro, Leandro Díaz y su locura tenían otros planes.
