Guzmán y el problema para cualquier Ministro de Economía en Argentina: no tener hinchada propia

Opinión 03/07/2022 . Hora: 08:08
Guzmán y el problema para cualquier Ministro de Economía en Argentina: no tener hinchada propia
Francisco Angulo
Por Francisco Angulo
Periodista.

La suerte de Martín Guzmán parecía echada. Sobre todo tras la salida de Matías Kulfas. Hay una relación entre ellos que poco se ha destacado: fueron ministros con escasa hinchada propia. En el caso de Kulfas, al menos, venía de un trabajo político-público dentro del Grupo Callao, pero previamente su vida había estado marcada por el mundo académico.

Para Guzmán, este panorama era aún más dramático. No tenía un historial militante ni político. Incluso pasaba buena parte del año trabajando en Estados Unidos. No formó parte de la campaña del Frente de Todos en el 2019 ni mucho menos fue una voz fuerte contra el macrismo entre el 2015 y el 2019. Para muchos, razonablemente, era un "extranjero".

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Esto puede parecer secundario, pero no lo es. Un Ministro de Economía debe cumplir con dos requisitos mínimos para ser exitoso: ser creíble y tener apoyo político. Si un Ministro de Economía no puede convencer ni a los propios del rumbo, es muy difícil dirigirise al resto de los agentes económicos y sociales. Cualquier medida que tome será de corto plazo porque podrá ser reversible por presión de su propia coalición.

Domingo Cavallo, por ejemplo, construyó una hinchada propia relacionada a distintos grupos empresarios. Cuando logró domar la inflación de un plumazo, sumó también una importante espalda política. Tenía resultados muy concretos para mostrar. Roberto Lavagna o Remes Lenicov, por caso, tenían una basta trayectoria dentro de la función pública. Eran hombres que conocían el termómetro de la política y que eran respetados tanto en el peronismo como en el radicalismo.

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Inclusive la elección de Alfonso Prat Gay en el 2015 pareció ir en esa dirección: un economista que venía también de la política y que tenía el respaldo de la Coalición Cívica y la UCR. El caso de Axel Kicillof es distinto: venía del ámbito académico pero fue ungido como el "cerebro económico" de una Cristina Kirchner con el 54% de los votos.

Claramente Guzmán no jugaba en ninguna de esas ligas. Se daba una situación extraña: muchas veces terminaba siendo defendido por integrantes de Juntos por el Cambio como un "mal menor", lo cual exacerbaba aún más la desconfianza dentro del "cristinismo" hacia su figura.

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En su carta de renuncia, Guzmán justamente habla de esto: que el próximo Ministro de Economía tenga apoyo político. Guzmán nunca tuvo hinchada propia y tampoco fue capaz de construirla a partir de resultados virtuosos. La derrota electoral del 2021, el acuerdo con el FMI y una inflación que se acerca al 70% interanual fueron el certificado de defunción de una relación cargada de tensiones.

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