Estela tiene cuatro nenes, vive en La Plata y porta una historia de mucha lucha y sacrificio.
En realidad no son de nuestra ciudad, sino de Azul. En diciembre del 2017 tuvieron un golpe terrible: a su marido lo echaron de Fabricaciones Militares. Fue un mazazo inesperado para todos.
“Llevamos más de un año en La Plata. Mi marido trabajaba en Fabricaciones Militares, teníamos todo allá, y cuando asumió Macri lo echaron”, dice Estela en diálogo con LAPLATA1.com.
“Tuvimos que vender todo. Nos quedamos solo con la camioneta, y anduvimos con ella a todos lados”, recuerda. Vivieron en La Matanza e incluso pasaron noches durmiendo en la camioneta. Y es que el trabajo en Fabricaciones Militares era el único sostén económico de la familia. También debieron vender la casa: “Vendimos todo menos la camioneta”, insiste Estela.
Fue un golpe para ellos y para todo Azul: en total fueron 220 despidos.
Pero en La Plata comenzó la reconstrucción. Iniciaron varios proyectos: venta de bolsones de verduras y más recientemente Estela se pudo a hacer prepizzas y pastafrolas. Todo eso en paralelo a un gran trabajo solidario de esta mujer nacida en Azul: tienen con comedor donde ayudan a decenas de familias vulnerables.
“Nosotros también teníamos que sustentarnos. La gente responde muy bien. Una vecina nos donó un horno y moldes para hacer pastafrolas. No soy experta, no son cocinera, pero el que no arriesga no gana”, reflexiona.
“Cada vez viene más gente al comedor. Hoy alquilamos un lugar por 33 mil pesos por mes, pero la idea es tener un terreno propio. Mi marido tiene 46 años. Los años pasan volando, y no tiene aportes ni obra social. No tenemos un sueldo en blanco. Pero hay que meterle para adelante, supongo que Dios nos va a ayudar” agrega.
¿Por qué eligieron La Plata? “Nos gusta porque hay futuro para mis hijos”, asegura. Pero aclara que extraña Azul: “Se extraña la familia y la tranquilidad de una ciudad chica”.
Quien pueda colaborar con Estela, hay que contactarse al 221 428 7446.
