"Me imaginé que mataban a todos": Antonio Reda, el platense que fue a Malvinas y al principio creía que todo era "humo"

Sociedad 15/07/2022 . Hora: 13:22
Fotos: Jonatan Grima
Fotos: Jonatan Grima

Antonio Reda es de La Plata y a los 19 años fue protagonista de la Guerra de Malvinas. Pasaron 40 años y lo recuerda en diálogo con LAPLATA1.com todavía con cierta incredulidad. “Pensaba que era humo”, afirma.

Este sábado formará parte del acto que se realizará entre Plaza Moreno y Plaza Malvinas. “La gente nos dirá gracias pero nosotros también a ellos”. Actualmente preside la CEMA (Casa de Ex Combatientes de Malvinas en la ciudad de La Plata).

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-¿Cómo fue cuándo te enteraste que ibas a ir a Malvinas?

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-Yo estaba en mi casa y cuando se produce la ocupación empiezan a decir que van a convocar a soldados de la clase 62 que estaban terminando de salir. Lo que no se veía venir es que íbamos a una guerra. Mi papá había estado en la Segunda Guerra Mundial, y sentado en el patio de mi casa me decían que estaba loco, que iban a venir. Y yo les decía que era todo humo. Agarré el bolsito y me fui. Todos lloraban pero yo pensaba que no iba a pasar nada. Nos dimos cuenta que estábamos en la guerra cuando cayó la primera bomba. Siempre vos tenés la esperanza de que haya cordura, que se solucione…

-¿Y vos tenías una mirada anti-inglesa, o de conocimiento del conflicto?

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-Nunca fue de extremo nacionalismo. Mi bandera es la celeste y blanca, pero no tengo nada contra nadie. Me sorprendió ver a mi país envuelto en una guerra que era una cosa del pasado, que parecía superada. Pero uno se puede prender a la euforia, no te lo voy a negar. Pero cuando empiezan a caer las balas te preguntás qué hacés acá. Esa primera aproximación con la muerte, con la guerra, fue un golpe duro. Pero después te vas acostumbrando. El primer día de los bombardeos estábamos todos conmovidos y paralizados, pero después llega un momento en que te vas acostumbrando aunque cada vez vivís cosas peores. 

-¿Qué sensaciones tuviste cuándo se anunció el final de la guerra?

-A mí me hieren El día anterior al final del conflicto. Me trasladan al hospital y me sacan de las islas. Imaginate una película: vos te vas y te cortan la luz un minuto antes del final. El final te lo armas vos. Yo me armé mi final. Y el final que me armé es que los iban a matar a todos. Mi sensación entonces era de alivio, de que estaba vivo. Por eso llamaba a mi familia diciéndole que estaba vivo. Me siento privilegiado de poder avisar eso. Si la guerra seguía, creía que los iban a matar a todos. Era como tener un ganado acorralado. Pero por suerte muchos pudieron volver con vida.

-Me imagino lo emotivo que habrá sido el reencuentro con tu familia…

-Valorás lo chiquitito, fue increíble. Yo fui un afortunado: tenía pasacalles en el barrio, tenía comida caliente, tenía pan, tenía una cama y baño, estaba calentito. Fue un privilegiado.

-¿Y cómo fue tu evolución a la hora de reflexionar sobre la guerra? Imagino que tu forma de recordarla ahora debe ser distinto a cuándo eras más joven.

-Es normal cambiar. Con la guerra paso algo insólito. Al principio hubo como una anestesia emocional. Pero a medida que se fue pasando ese efecto de la anestesia, le vamos dando real dimensión a lo que fue. Yo al poco tiempo de que terminó la guerra ya hacía una vida supuestamente normal. Las miradas van cambiando y también te nutrís de otras personas.

-Hace poco volviste a Malvinas con alumnos…

-Si hay un logro nuestro es lograr llevar esta historia a los pibes, que son los que no están contaminando por todo lo ideológico, lo político. Quieren saber cómo fue, qué sentiste. Y te entienden. Entonces los pibes son nuestros principales seguidores en las reales sociales. Estos chicos no te van a evaluar, te van a escuchar.

-¿Te gusta que te definan como un héroe?

-La verdad que no. No me gustaba escuchar la palabra héroe. Yo eso en su momento lo resistí mucho. La palabra héroe me queda gigante. Me siento vivo. Pero ahora sí respeto si algún compañero se autopercibía como héroe. Si él se siente bien así, me parece que está bien. El sentimiento es muy personal.

-¿Cómo te preparás para el homenaje del sábado? Es como una recreación de la bienvenida que no tuvieron en 1982…

-Nunca pensamos que la gente no vino en el regreso. La calle 51 estaba llena. El ausente fue el Estado. Ahora vamos a recrear esa bienvenida y será organizada por el Estado. La gente nos dirá gracias pero nosotros también a ellos.

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