Damián tiene 54 años y hace 22 que vive en La Plata. Eligió ser cartonero. Al principio por necesidad, pero luego por elección. O una mezcla de ambas.
“Soy de Entre Ríos y hace 22 años que estoy acá. Aproximadamente hace 14 años decidí ser cartonero o reciclador. Yo le digo reciclador, aunque ser cartonero no es ninguna deshonra aunque mucha gente te mira de costado”, cuenta a LAPLATA1.com.
“Arranqué con un carrito y me ayudaba mi señora. Me daba vergüenza. Lo confieso”, afirma.
Trabajó en el Hospital de Gonnet y también en limpieza. Un día decidió pegar un vuelco. No le gustaba ese trabajo y tampoco le cerraba la paga.
“Un día decidí que eso no era lo mío, y decidí laburar de cartonero. Insisto, no es una deshonra. Yo vengo de un lugar donde la gente sobrevive y hoy me va bien. Tengo mis cosas, mi casa y es gracias a ésto”, sostiene.
Por otro lado, señala que “como todo provinciano, tuve que pagar derecho de piso. Viví en una carpa cuando llegué y también en una casa abandonada”.
“El trabajo es complicado. Al principio andaba a pie con el carrito, después la bicicleta y ahora tengo por suerte una moto. Tengo 54 años y es un trabajo complicado. No es fácil. La gente piensa que es fácil, creen que somos unos vagos”, reflexiona.
“Yo no estaba acostumbrado a este trabajo, pero después me fui acostumbrando pero es difícil sobre todo cuando llueve, con el viento, con el frío. Yo estoy orgulloso porque prefiero reciclar que hacer otras cosas… Nos meten a todos en la misma bolsa”, completa Damián.
