En el marco de un mercado de pases que iba a ser austero, como habían adelantado desde la dirigencia de Gimnasia, esa zona de la cancha era indudablemente una de las prioritarias para reforzar. El argumento obedecía a la falta de variantes que tiene el plantel en ese sector, y fundamentalmente, a la falta de experiencia que de por sí tiene hoy el titular de ese puesto.
En silencio, Guillermo Enrique continúa cosechando actuaciones más que aceptables y empieza a ganarse el cariño de los hinchas, que lo reconocen por su esfuerzo y por ser un juvenil del club. "Yo trato de aportar técnicamente y de jugar como me gusta. Intento moverme sin pelota y aparecer por sorpresa", explicó, por un lado, acerca de su faceta ofensiva, en diálogo con el "Deportivo 1270".
Está claro que ésa es apenas una de las funciones que tiene el lateral, porque como bien sabe el correntino, "hay más exigencias en la posición, porque hay que cubrir líneas y respaldar al compañero". En ese sentido, destacó la banca de todos sus compañeros, y en especial, resaltó "el apoyo que brinda el entrenador Néstor Gorosito" y lo que "también me marca todo el tiempo el capitán Brahian Alemán".
El oriundo de Goya es uno de los tantos chicos que dejó atrás a su familia y llegó a La Plata en busca de su sueño, y por eso, nunca se olvida de sus raíces y tiene presente a sus seres queridos en este momento. "Renovar contrato me sirve para seguir trabajando con tranquilidad y ayudarlos en todo lo que pueda", afirmó. Asimismo, no quiso olvidarse de sus formadores y sobre todo de quien lo captó: el Indio Ortíz. "Me instalaron en la pensión y me fui formando. Me inculcaron muchas cosas", subrayó.
