Benjamín es un gran guerrero de Mar del Plata que realiza su tratamiento en el Hospital de Niños de La Plata. Ya superó tres paros respiratorios.
En diálogo con LAPLATA1.com, su papá José Ángel cuenta esta historia de larga lucha y persistencia. No es fácil.
“Benja nació el 14 de agosto 2019. En octubre del 2020 estaba con la niñera, se cayó y se golpeó la frente. Lo llevamos a una clínica y le hicieron placas pero me decían que estaba todo normal y que no había nada grave. Solo el golpe y el chichón morado”, cuenta.
No quedaron conformes con el diagnóstico. Intuían que algo más estaba pasando. “Tenía el chichón saltado y muy morado”, recuerda José.
En el Materno Infantil de Mar del Plata le hicieron finalmente una biopsia y quedó internado. José dice que le dieron 9 partes médicos diferentes en 16 días. La situación era muy confusa. El cuadro de Benja, mientras tanto, empeoraba.
Finalmente lo derivaron al Hospital de Niños de La Plata. Fue muy complejo. El primer paro fue cuando salía de Mar del Plata y el segundo pasando el peaje Chascomús: “La médica le salvó la vida y pudimos llegar a La Plata”.
En nuestra ciudad le diagnosticaron que tenía un tipo de leucemia grave. Era el segundo caso en el Hospital de Niños. El anterior no había podido sobrevivir.
“La leucemia se le concentró en los testículos y la médula. A los 3 días le sacaron el primer testículo, y a los 10 días el del lado izquierdo”, subraya el papá.
El panorama parecía muy difícil. Incluso le daban entre 15 y 20 días de vida, pero Benjamín sobrellevó muy bien la quimio y salió adelante contra todo pronóstico. Ya aparecieron cinco médulas para hacer el trasplante, pero una de ellas es la más compatible: viene de Inglaterra. En agosto sería la intervención. Una intervención muy esperada por todos.
Hoy Benja está en Sala 9, con Covid y aislado: “Tuvo picos de fiebre y está continuamente controlado. El riesgo es importante, se le bajan las defensas”.
“Tuvimos que vender todo para afrontar los medicamentos y sabemos lo que cuestan los remedios oncológicos. Sigue siendo un paciente de alto riesgo. Hoy lo tenemos, mañana no sabemos”, comenta.
José reconoce que durmió varios días en un auto. Frente al Hospital. En los últimos días hizo lo mismo: “Lo que quería era estar cerca de mi hijo y de mi esposa”. En breve José podrá estar en un lugar propio: 10 entre 61 y 62. Cerca del Hospital.
“Perdimos el trabajo y estuvimos a punto de vender nuestra casa. La situación económica nuestra fue decayendo y decayendo; es desesperante y el camino es largo. La gente nos ayuda y nos da vergüenza tener que pedir ayuda. Somos gente de trabajo”, completa el papá, con quien pueden comunicarse a su Facebook
