Sergio es de Tolosa, tiene 30 años y “lleva” una escuela en su vehículo. Siempre fue empleado como Mecánico pero desde hace un tiempo tuvo que empezar una “doble vida”.
“Mi oficio es ser mecánico, pero como no me alcanza salgo a juntar por las tardes el cartón y los llevo día por medio al depósito. Es algo extra, lo uso más que nada para comer porque tengo a mi señora y tres nenes”, cuenta a LAPLATA1.com.
Levanta chapa, vidrio, plástico y cartón: “Voy a escuelas públicas y levanto sillas, mesas y bancos con fierros rotos. Habló con los directores y les limpio el lugar”.
Empezó con esta “doble vida” en la pandemia. El laburo como mecánico había bajado enormemente.
“La gente te mira, incluso los parientes, como diciendo ‘por qué hacés eso’. Hace 6 años que soy empleado pero un día decidí salir con la camioneta. Probé dos noches y al principio me daba vergüenza”, indica Sergio.
“Mal o bien, me sirve para pucherear y comer. La verdad te zafa porque con mi otro sueldo no alcanza. Ya mil pesos ahora para comer no son nada, más en mi caso con tres nenes”, reflexiona.
Es un mundo aparte, que pocos conocen. Cuando va a entregar todo lo juntado a Natalio, dueño del depósito, ha llegado a esperar hasta dos horas. Son filas muy largas.
“Mucha gente está saliendo a juntar lo que sea. Te vas haciendo conocido de ellos justamente en la fila”, completa Sergio, que recorre la zona del Estadio Único y ya tiene algunos comercios fijos donde le guardan material para reciclar.
