Un extraño autoengaño circula en no pocas voces fuertes del PRO: la idea de que existe un “consenso” en la sociedad de que el camino adecuado era el del 2015-2019 y que el voto masivo hacia Alberto Fernández fue una “confusión” porque en realidad la economía ya tenía “bases sólidas”.
El punto más extremo de este razonamiento fue el de Nicolás Dujovne, quien dijo sentirse “reivindicado”. Mauricio Macri también avala esta línea: cree que existe un operativo clamor para retomar el rumbo 2015-2019.
Otro ejemplo de esta distorsión es el video de una intervención en supermercados que fue reproducido por varios dirigentes del PRO. Se trataba de cartelitos para visibilizar la alta inflación actual pero con lemas de cierto autoengaño: “Con Macri esto no pasaba”, decía uno de los papeles.
La realidad es que este año habrá una inflación anual récord desde la salida de la hiperinflación de 1991, pero los dos últimos años de Cambiemos estuvieron signados también por una inflación creciente: 2019 terminó con un 54%.
7,4% la inflación de Julio. La inflación mensual más alta en los últimos 20 años. Ah pero Macri… @mauriciomacri pic.twitter.com/K8PLXjxXar
— Javier Fernández | Concejal JxC (@javi_ofernandez) August 12, 2022
Los dirigentes nacionales del PRO parecen querer salir del laberinto por arriba. En lugar de preguntarse cuándo y por qué se “jodió” el gobierno de Macri, directamente esconden esa incomodidad y refieren a una supuesta confusión de la sociedad que no “entendía” las cosas buenas que estaban pasando. Dujovne habla de que la macro había quedado perfectamente ordenada en el 2019 y que se había dejado el terreno listo para una gran prosperidad a futuro.
Es cierto que muchas de las variables se habían “acomodado”, pero no de una manera adecuada ni sostenible. El superavit comercial se recuperó porque hubo una devaluación muy fuerte de la moneda no deseada. Fue la consecuencia “buena” de algo muy nocivo para el Gobierno como la corrida del 2018. El déficit fiscal también bajó fuerte. Eso es cierto. Pero se logró con la parálisis de la obra pública. No parecía ser sostenible. Dicho de otro modo: muchas variables se acomodaron a los tumbos y tras carambolas de billar.
Hace un par de semanas, Gabriel Palumbo, intelectual simpatizante de Juntos por el Cambio, decía lo siguiente: “Hasta que Cambiemos no asuma que hizo un mal gobierno y que, en relación con las cosas que prometió, fue una decepción y un fracaso, no hay futuro posible. Hablar del futuro como un exorcismo no es suficiente, hay que contextualizar, explicar, conversar e imaginar”.
Es un llamado de atención. Y cobra mayor relevancia por la ascendencia pública que Macri está tomando en las últimas semanas. Nada peor que distorsionar lo que devuelve el espejo y creerse la farsa.
