Pedro es un pequeño platense con gran corazón e ingenio. Tiene solo 7 años y armó en el patio de su casa su propio “negocio”: una “tienda” donde dona y vende las cosas que ya no utiliza.
Su mamá, Romina, cuenta la historia a LAPLATA1.com. Ha tenido una gran repercusión en las redes sociales.
“La iniciativa de vender y donar juguetes lo hicimos siempre con la idea de enseñar a que se desprenda y no se apegue a las cosas y que otros niños puedan disfrutar también. Pero en éste caso empezamos a juntar una cantidad de juguetes que pudo disfrutar en su momento pero ya no usaba”, señala.
Son una familia de cuatro integrantes. Viven en la zona de Plaza Moreno: “Soy casada, ama de casa y mi marido es empleado estatal de Educación. Tenemos un único ingreso económico. Cuido de mi familia y crio a Pedro con todas las herramientas del amor, la educación, el respeto, la bondad. Qué mejor que hacer prácticas las enseñanzas, con hechos”.
Pedro va a Segundo Grado en el Normal 1. Según cuenta Romina, la cuestión solidaria es algo que siempre estuvo presente en la familia.
“Él solito me propuso armar un puesto en el patio de casa. Lo toma con mucho entusiasmo, levantándose a las 8 para empezar a armar todo”, subraya.
Fue así que empezaron a publicar este “negocio” solidario y económico en las redes sociales. Puso a la venta juegos de mesa, puzzles, prendas, calzado, libros: “Generó mucha repercusión y éxito; ahora le queda muy poco para vender. Recibió muchos likes en las publicaciones, comentarios de apoyo y consultas”.
¿Cómo es el mecanismo? Se contactan con Romina y coordinan un horario para retirar lo pedido por el patio de la casa.
“La interacción con la gente es de lo mejor. Los que vinieron y conocieron a Pedro lo llenaron de felicitaciones, halagos y palabras de aliento. Todo lo que armó Pedro lo hizo en el patio de casa y yo le manejo las publicaciones. Él lee todo lo que le escriben”, cuenta la mamá.
Y agrega: “El sábado vino un chico también generoso que está organizando un evento en Ensenada para el festejo del día de la niñez y llevó prendas, juguetes, libros y mercadería que Pedro donaba. Nosotros no somos una familia con muchos recursos económicos ya que el único ingreso es el de mi marido. No nos sobra, pero lo que tenemos y con lo que podemos ayudar siempre lo hacemos”.
Ahora Pedro está juntando el dinero de las ventas en su alcancía. Romina le quiere enseñar la importancia de ahorrar.
Y completa: “Es la enseñanza que le quiero transmitir a Pedro; que lo único que tenemos es nuestro nombre y la vida nada más”.
