Una linda historia se conoció en las últimas horas y que tuvo como protagonista a la Ciudad de La Plata.
La historia, en realidad, arranca en Chaco y luego se muda al CUCAIBA cuando la pequeña Uma empezó con una fiebre persistente.
Luego de algunas consultas médicas y viendo que la fiebre no bajaba, su doctora optó por hacerle una serie de estudios en el Hospital para descartar diagnósticos y ante los valores en los resultados, la decisión fue la internación para un control más exhaustivo.
Pasaron varias semanas de la internación y ya con los últimos resultados, la médica les avisó que había que pensar en un trasplante de médula para Uma. Inmediatamente después de esa noticia, comenzaron con los preparativos para viajar de Chaco a Buenos Aires y comenzar con el proceso de búsqueda de compatibilidad entre sus familiares más directos. Cuenta Paola, mamá de Uma, que atravesar esa situación fue otra prueba que superaron juntos como familia.
“Mientras que le hacían los estudios a mi familia para ver quién podía ser donante, preparamos todo para la venida a Buenos Aires, durante el viaje notábamos cansancio en nuestra hijita y un poco de malestar, pero pensamos que era porque se hizo bastante largo”, recuerda.
Una vez instalados en Buenos Aires, la mamá y el papá de Uma, hablaron con el equipo de salud que la atendía: “Nos explicaron cómo era un proceso de trasplante y obviamente no lo dudamos”.
A partir del resultado de la prueba de histocompatibilidad que le realizaron a Camilia, su hermana mayor, la doctora confirmó que se podía realizar el trasplante. "Fue una mezcla de sensaciones, pero sabíamos que todo iba a salir bien”, señala.
Así esperaron el arribo de Camila que viajó con su abuela desde Chaco para comenzar con el proceso de trasplante: “La verdad que nos ayudaron un montón para poder venir, estamos muy agradecidos con todas las personas que estuvieron atentas a lo que iba sucediendo”.
El equipo médico les explicó los pasos a seguir para saber cómo iban a suceder las cosas. El trasplante sería en Hospital de Niños de La Plata: “Teníamos todo, la hermana era compatible, todos los estudios hechos, así que vamos para adelante, vamos a pelear por eso”.
El 13 de mayo fue el gran día. Y todo salió muy bien. En Chaco había quedado su otro hijo. Una verdadera odisea familiar.
“Camila estaba re bien, todavía no cae de lo que hizo por su hermana, así que me fui más tranquila”, dice orgullosa, recordando el momento en qué partió hacia Chaco para reencontrarse con su hijo.
Por último, Paola reflexiona sobre la importancia de la donación: “La verdad que me tocó pasar esto y yo les diría que se informen más que nada y después decidan donar y que esa voluntad salga de uno mismo”.
