Durante el Mundial de Qatar que comienza en noviembre próximo los aficionados sólo podrán comprar cerveza 3 horas antes de los partidos, y una de hora después de terminados los mismos, en el perímetro destinado a cada uno de los matches.
Qatar será el primer país musulmán en organizar un Mundial de fútbol, y tiene severas leyes respecto del consumo de alcohol, pero en este caso decidió flexibilizar sus estrictos dogmas religiosos, en virtud de los millones que aporta una compañía cervecera, a su vez patrocinadora del evento.
En efecto, Budweiser es uno de los principales patrocinadores de la Copa del Mundo, con derechos exclusivos de venta de cerveza en el torneo, y venderá el producto dentro del perímetro de entradas que rodea a cada estadio, aunque no en las gradas del estadio ni en la explanada.
Según la agencia Reuters, el alcohol podrá adquirirse cuando se abran las puertas, que es tres horas antes del inicio de los partidos, y luego, cuando salgan del estadio también durante una hora después del pitido final.
Además, a Budweiser se le permitirá servir cerveza en parte de la principal zona de aficionados de FIFA en el centro de Doha de 18:30 a 1:00 todos los días del torneo de 29 días.
La decisión sobre dónde y cuándo se venderá la cerveza a los aficionados ya está definida, pero el precio que se cobrará a los espectadores "aún está en discusión", dijo la fuente.
