Tras unas semanas cargadas por el ataque de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la desarticulación de un "centro cultural" que fomentaba el odio en la ciudad, concejales y concejalas repudiaron los dichos emitidos desde aquel lugar, donde agraviaban a Ana Negrete y a Nano Cara.
"Abortera, gorda y torta. Y la verdad, es que eso es así", dijo, en referencia a las declaraciones que hicieron desde el Rittenhouse sobre ella, con la intención de agraviarla. Tras leer las declaraciones que dieron sobre su persona, la concejala Negrete indicó: "Cuando se usan esas palabras de esa manera, no se usan para hablar de una persona, sino de un colectivo, que piensan que no es legítimo que tenga una vida digna. Formo parte de un colectivo que tiene compañeras que tienen una expectativa de vida de 35 años".
La edil expresó su "tristeza" hacia la forma en la que se refirieron a ella: "Este lugar está sembrando odio, se estaba conformando como un espacio de odio. No se puede decir cualquier cosa, porque eso incide en la vida y en el trayecto de las personas", dijo, apuntando directamente contra el Centro Cultural Kyle Rittenhouse recientemente allanado.
Fueron sus compañeros de banca quienes aseguraron estar "conmovidos" por lo sucedido a su colega. "Estamos alcazando una madurez política", aseguró Luis Arias, reconociendo el acompañamiento de todo el cuerpo al repudio aestas situaciones de violencia.
El repudio fue acompañado por los concejales y concejalas del bloque opositor, alegando que "lo que sucedió merece un mensaje contundente de unidad". A su vez, se pusieron "a disposición" de los ediles agraviados.
