Una mala y lamentable experiencia es lo que vivió una joven de la ciudad de La Plata en el momento en el que estaba en un local de ropa viendo algo para comprarse. La acusaron de haber robado prenda y la hicieron desvestirse de la cintura para arriba.
Esto se dio a conocer gracias al posteo de su hermana, donde contó como fue el mal momento que le hicieron pasar, asegurando que “volvió a su casa llorando”.
“Quiero destacar que mi hermana tiene Neurofibromatosis 1, una enfermedad oncológica que produce tumores deformantes lo que, en su caso, hace que tenga un brazo 2 o 3 veces más grande que el otro, lo cual se nota a simple vista”, comenzó el relato.
Todo comenzó cuando la mujer entró a un local de ropa y sonó la alarma, pero en ese momento no le dijeron nada. Luego comenzó a ver ropa que esta exhibida, saludó a las empleadas y luego se retiró del comercio.
Cuando se fue, la alarma comenzó a sonar de nuevo y fue ahí cuando las empleadas salieron a buscarla, haciéndola ingresar nuevamente al local. En una primera instancia le revisaron la mochila, no encontraron nada por lo que inmediatamente la obligaron a sacarse la campera y un pullover que llevaba puesto.
Ahí fue cuando la empleada le pregunta, de manera agresiva, que era lo que tenía en el brazo, la señora le contesta que es así porque tiene una enfermedad, pero poco le importó a la empleada y la obligaron a seguir sacándose las prendas que llevaba puesta en ese instante.
Ya angustiada por la situación que estaba viviendo, la chica le pregunta, “¿Me tengo que sacar esto también?” a lo que recibió como respuesta y de mala manera, “la verdad que sí”.
“En el medio del local, ya le habían hecho sacarse las tres prendas. Claramente, viéndola en musculosa y advirtiéndose a simple vista que lo que tenía ahí era su brazo, deformado por su enfermedad, le dijeron ‘ah bueno’ y se dieron vuelta para seguir atendiendo a la clienta que estaba en el probador”, comentó la hermana en la publicación.
En ese sentido, siguió el relato diciendo: “Después de vivir esa situación de mierda, claramente volvió a su casa llorando, ya que además de tener que convivir con su imagen y su enfermedad sin curta todos los días, hoy encima esa enfermedad hizo que dos empleadas la incriminen por un supuesto hurto”.
Por último, finalizó la publicación diciendo: “Quise hacer pública esta situación porque esto también es tener un cuerpo diferente, y esto también es una situación de discriminación por ello”.
