La Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en el ojo de la tormenta luego de que comenzaron a salir a la luz escandalosos relatos de estudiantes que cuentan historias en las famosas pasantías por las se encuentran reclamando.
El Gobierno de Larreta había contraatacado la lucha de los estudiantes cuando mandó en la noche del miércoles a efectivos policiales a notificar a los padres de los alumnos que, de seguir con el reclamo, serían multados por abultadas cifras de dinero.
En el caso del Mariano Acosta, para transferirles a los adultos responsables el costo laboral que implicó tener cerrada la escuela el lunes, la multa hacia los padres ascendía a $1.500.000.
Esta situación, lejos de calmar el reclamo de los alumnos, produjo un efecto contrario y fueron más los centros de estudiantes que en solidaridad con el reclamo se sumaron a las toma de colegios.
En el día de ayer, alumnas del Lengüitas relataron una preocupante situación vivida en un famoso hotel internacional en el marco de las polémicas prácticas laborales obligatorias que empuja el gobierno porteño: "Tuvieron que lavar platos en un sótano del hotel y esto no es lo más grave, sino que quedaron expuestos a tratos que no tenían por qué recibir. Tenemos testimonios que cuentan que clientes acosaban sexualmente a las chicas que fueron”.
A raíz de esta situación, se conoció que tanto la institución como el Ministerio y la supervisión fueron denunciados por los alumnos de ese colegio.
Cuando el Jefe de Gobierno Porteño, Horario Rodriguez Larreta, anunció las prácticas laborales en empresas, ya había sido cuestionada por la comunidad educativa, pero desoyó las advertencias.
En aquel entonces, la legisladora del Frente de Todos, Ofelia Fernández, ya había marcado la irregularidad en esta política educativa: "¿Prácticas educativas o más bien trabajo gratis de menores de edad en las empresas de mis amigos?”.
En este marco, y tras un fuerte cuestionamiento, que además incluye el estado de las viandas en los colegios y las mejoras edilicias, estas últimas semanas explotó la polémica y los estudiantes se hicieron escuchar.
Horas después, se filtraron imágenes de lo que se trata la cuestionada "práctica", donde se observa una clara explotación laboral a menores, con tareas que no tienen nada que ver con una trayectoria educativa.
La Ministra de Educación, Soledad Acuña, sin embargo, parece estar decidida a no dar ningún paso atrás. El mismo Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, pidió que alejen a los efectivos policiales de los colegios y dejen de ir a las casas particulares de las familias de los estudiantes que se encuentran reclamando, por considerarse una clara actitud "anti democrática".
