El retorno del mediocampista a principios de agosto al Pincha, tras varios intentos frustrados, provocó una gran expectativa entre los hinchas albirrojos pero la realidad indica que lo han disfrutado muy poco. Llegó con el campeonato empezado y tuvo que realizar un acondicionamiento físico, luego de una importante inactividad, que le llevó casi tres semanas y finalmente debutó en la decimosexta jornada de la Liga Profesional frente a Patronato de Paraná en UNO ingresando desde el banco de los relevos en lugar de Benjamín Rollheiser.
Pese a mostrar esa noche del domingo 28 de agosto toda su jerarquía y sus cualidades técnicas cuatro días más tarde desde el cuerpo médico de Estudiantes confirmaban que el mediocamspita había sufrido una lesión muscular de grado 2 en el sóleo de la pierna derecha y que su regreso no tenía fecha estipulada.
La recuperación del desgarro lo llevó a perderse diez fechas del campeonato pero en el medio hubo una situación particular que no trascendió y demoró su vuelta. ¿Qué sucedió? Según le confirmaron a LAPLATA1.com Sosa sufrió otitis y un fuerte cuadro gripal con fiebre que lo llevó a tener que tomar medicación (corticoides) y por ese motivo el cuerpo médico albirrojo determinó que no sea tenido en cuenta por el cuerpo técnico para evitar alguna complicación.
De momento solo jugó en su regreso con la camiseta del Pincha apenas 32 minutos y pese a que trascendió que la intención era apuntarle al 2023 en los últimos días ya realizó fútbol en el predio de City Bell con sus compañeros y no se descarta que sea convocado para recibir a Godoy Cruz en el cierre del certamen en lo que podría marcar su segundo juego con Estudiantes tras la vuelta. Sin mebargo está claro que necesita una pretemporada para ponerse a tono en cuanto a lo físico y a las exigencias del fútbol argentino.
