Siempre que se acerca el fin de semana, también el padecimiento de los habitantes del Barrio el Mondongo, que sufren el ida y vuelta de motos que no les permiten conciliar el sueño. Suele arrancar cerca de medianoche y durar hasta las 4 de la madrugada.
“¿Nadie puede parar con ésta locura? Es imposible dormir, ya se toman la zona como si fuera un recreo”, comentó indignada una vecina. Aunque el fuerte es el área que se encuentra cerca del Bosque, donde mayormente se concentran los jóvenes, confirman que también se extiende el grupo de motoqueros realizando los famosos "cortes" desde 1 y 72 hasta 66 y 120.
Una frase que englobó toda la situación fue: “Fue un infierno”. Pero aunque el reclamo esté puesto a la orden de las autoridades policiales, es una situación que no está a la brevedad de culminar.
