Uno de los personajes más polémicos de Gran Hermano es, para la gran mayoría, Juan, que días atrás fue tema en las redes por el disfraz que utilizó para Halloween. Ingresó con un estilo y una manera de manejarse que, lejos de beneficiarlo, hace que el televidente se sienta indignado. Fue parte de Los monitos, grupo que se empezó a desintegrar con la salida de Tomás Holder y Martina. Al quedar él y Nacho nada más, decidió cambiar de estrategia.
De alguna manera, parece ir en concordancia con lo que piensa Juan Cruz, su hijo, que vive en Barcelona. El chico apareció en A la barbarossa, se refirió al accionar de su padre, y no está nada contento. “Me preocupa porque lo veo más ansioso”, fue lo primero que dijo el joven ante la consulta sobre cómo lo ve a su padre en la casa más famosa del país.
Para remarcar, agregó: “Él entró a ganar porque quiere cambiar su vida, la peleamos un montón, pasamos muchos momentos malos y quiere comprar su auto para trabajar y depender de sí mismo, no deberle nada a nadie”.
“Creo que se tiene que liberar un poco más, disfrutar de la casa. A pesar de que es un juego, uno tiene que disfrutar el momento, también para que la gente lo empiece a conocer como realmente es: amiguero, le gusta joder, jugar en el sentido de reírse y pasarla bien”, apuntó Juan Cruz y puso el foco en que lo que está mostrando no es realmente él, sino un personaje.
Al seguir el reality, ver lo que pasa en las redes sociales, sabe que si no hay un cambio rotundo no va a llegar a ningún lado. "Quizás a mucha gente no le está gustando porque por ahí se apuró mucho en entrar, jugar y querer resaltar, y a la gente no le gustó ese juego”, comentó.
