Se conocieron paseando a sus perros en Plaza España, y ahora Pau y Mary tienen un proyecto juntas. Antes de la pandemia, Paula Cantarelli, pudo cumplir en parte el proyecto que siempre quiso: tener un local. Pero su contexto laboral y económico en ese entonces le permitió crear showroom, que primeramente contó con 5 emprendedoras, y además su taller en esa misma casa, su casa.
“Tenía 20 años y sabía que quería tener un local, donde pudiera producir mis cosas y vender cosas de otras personas”, cuenta Pau. “Primero arranqué el showroom sola, pero sabía que en algún momento iba a necesitar una compañía”, tenía en vista a algunas emprendedoras con las que ya trabajaba pero también pensó en Mary.
“Me acerqué a un perrito que se parecía al mío y Pau era la dueña”, así nos cuenta Mary Yraita. Luego de ese día siguieron pactando encuentros, y desde ahí están unidas, trabajando y como amigas.
“Ambas compartimos la profesión, somos diseñadoras”, una en la UNLP y la otra en la UBA. “Cuando menos lo esperas conoces a una amiga yendo a pasear a tu perro a la plaza”, lo cuenta alegre Mary.
Hay una tercera amiga de la plaza, Ailin “la jefa”, así le dice Pau, que es quien ayudaba con las cuentas y la organización. Entre las tres abrieron el local en diagonal 73 y 48 n°2076, las tres trabajando en relación de dependencia y con aumento de horas después de la pandemia. Pero, por motivos familiares y de tiempos Ailin no continuó con el proyecto, entonces Mary y Pau continuaron solas.
En este momento de su vida Pau soltó la mano a trabajar en relación de dependencia, y se está dedicando a El Mercadito y a Pepe, un taller de marcos y objetos, que es principalmente lo que quería hacer con El mercadito. Por eso es una tienda y taller.
“El Merca” como sus dueñas lo llaman, es un espacio para emprendedoras y autoras: “Lo que hacemos es brindar un servicio global a las emprendedoras que no pueden tener un espacio, darles a estas vendedoras la posibilidad de tener una vidriera a la calle, alguien que atienda y que su público pueda acceder a distintos medios de pago”.
Además está el espacio de taller, donde varias emprendedoras y artistas dictan sus talleres y circulan las ideas. Mary y Pau sostienen que trabajar juntas les resulta muy ameno, cada una tiene sus ideas pero siempre consiguen tirar para el mismo lado.
