Elena estudió en la Facultad de Artes de La Plata y volvió a su país natal: Ecuador.
Allí explora su faceta de productora y emprendedora “erótica”. Su cabeza cambió completamente cuando aterrizó hace algunos años a nuestra ciudad.
“En La Plata se despertó en mí algo que en la sociedad de Ecuador tenía opacado. Argentina me dio esa luz y esa vibra, sobre todo la UNLP. Fue algo bárbaro, lo mejor que me pudo haber pasado. Me ayudó a poner el énfasis en todo lo que soy ahora”, señala en diálogo con LAPLATA1.com.
Hoy, de nuevo en Ecuador, Elena está cargada de proyectos. Uno de ellos viene sobresaliendo: la cata erótica.
“Es un evento mágico, maravilloso, que ni en Las Vegas lo vas a vivir. Las parejas se llevan una gran experiencia. A veces uno estando en pareja olvida vivir emociones y aventuras. La cata erótica revive esas emociones, sobre todo aquello que es sensorial”, cuenta.
Lo hacen en fechas especiales: San Valentín es una fija, y recientemente incorporaron Halloween.
Las parejas ingresan a un restaurante de alta gama y sus ojos son tapados. A partir de allí, la experiencia es única. El dueño hace un preámbulo de sus vinos, las modelos se pasean por las mesas, relatan un cuento, y más tarde aparece la comida afrodisiaca: camarones y langostinos lideran el banquete.
“Me encanta la cuestión misteriosa. Cuando ellos se sientan, me presento, y tenemos modelos profesionales que saben cómo estimular y hacer que las personas se sientan complacidas, románticas, queridas, estimuladas”, explica Elena.
“Todo se hace a ciegas, ese es el truco. Tapo tus ojos y quiero que te dejes llevar. El cuento va evolucionando en algo que explota. Cuando terminan el show se les ve el placer, se besan, se abrazan, se miman. Es algo muy rico”, agrega la joven ecuatoriana.
Ahora Elena sueña con llevar esta idea a nuestro país. Insiste en que no existe ni en Estados Unidos.
“La idea de este evento es que puedas disfrutar la vida”, completa.
