Dos jubilados del barrio San Carlos sufrieron la entradera de tres ladrones a su domicilio en las primeras horas de la mañana del sábado. No solo quedaron atónitos por la situación sino que también vivieron momentos de total pánico y tensión, porque los mal vivientes los amenazaban con cortarle los dedos si no le daban lo que querían.
Toda la fatídica situación se dio en la zona de 47 y 148, cuando los adultos se habían dirigido al frente de la casa, y en ese momento pasó un auto Volkswagen Polo de color gris, del cual descendieron varios sujetos.
En segundos sacaron sus armas e hicieron ingresar a los habitantes a su domicilio a la fuerza, para poder, entre amenazas, exigirles que les den sus dólares e intimidar a que les cortarían sus dedos, si no le daban lo que se les estaba pidiendo.
Entre el pánico de los jubilados y la exaltación de los ladrones, todo terminó con la pérdida de cinco mil pesos, dos alianzas, cadenitas de oro, relojes. Afortunadamente no concretaron ningún acto de violencia sobres los ancianos.